El grito... acuciante

17 de Noviembre de 2025

Ricardo Eguia

El grito... acuciante

Agustín-Carstens

No pretendo infringir la normativa que exige en la introducción la “pirámide invertida” y en la base de ella, en la parte superior de la redacción volcar todos los elementos relevantes del texto.

Pero debo, en aras de una meridiana claridad explicar primero el título de esta colaboración para así tratar de evitar la ambigüedad.

“El Grito” es una famosa pintura de Munch (Edvard) que refleja un rostro con una mueca de estupor, de profunda angustia y desesperación existencial y de fondo un cielo teñido de rojo sangre y lenguas de fuego...es según los conocedores un icono cultural por su gran fuerza expresiva del dolor humano y que sin mucho esfuerzo imaginativo refleja sin hipérbole la reacción crispada, el sentimiento de aflicción, el pavor monstruoso en el rostro aterrado de la población mexicana ante la compleja realidad económica política y social que le toca vivir pero que se exacerbará en el 2016 con más problemas acuciantes derivados del presupuesto recortado.

Las charlas de sobremesa se alargan ya no solo por los temas angustiantes de la mala economía, la devaluación sin pausa, los salarios de miseria, la contaminación desbordada y/o el desempleo... el grito de estupor es ahora también por esa inopinada, insistente, pautada, tramposa y orquestada “cortina de humo” envuelta entre erudición, alharaca mediática y desparpajo para poner la yerba (marihuana) en el centro de toda la enredada problemática que aqueja a México tal como si en el aquí y el ahora poner al país “pacheco” fuera la prioridad nacional.

Asaz sospechosa resulta toda esa frenética e intempestiva parafernalia, esa burda estratagema para hacer ruido, distraer y levitar sobre la crisis por el estancamiento económico pretendiendo sus paniagudos, sus panegiristas y panfletistas se olviden todos los problemas con los humos de la cannabis, misma que ni siquiera es ubicada para fines terapéuticos, solo lisa y llanamente para “justificarla” de manera trivial como huida lúdica, salida falsa y recreación sibarítica.

Hechos que hacen recordar “El Grito” de Munch son las 12 semanas de constante disminución de las reservas internacionales que está rematando “Banxico” a un ritmo de mil millones de dólares por semana y que habiendo llegado a un máximo de $196 mil millones de dólares, al mes de Octubre se ubican en solo $175,565 millones de dólares y contando a la baja...Igual reacción de estupefacción el displicente anuncio de Mr. Carstens que repitiendo profecías mentirosas hechas con antelación, ahora recula, se desdice y por “Una economía cuyo desempeño no es ideal” en letanía sombría anuncia el enésimo ajuste a la baja en el crecimiento económico.

Y para fortalecer el pesimismo el propio Mr. Carstens sostuvo que “La mayor contribución de las reformas, se espera sean a un largo plazo” lo que para aprobarlas con premura no se nos dijo, más aún, se nos saturó de propaganda asegurando que serían la panacea, la última Coca-Cola en el desierto y que si no se aprobaban casi con dispensa de trámite, casi a mano alzada y sin discusiones abiertas a la población sobrevendría la hecatombe...La catástrofe después de más de treinta años de neoliberalismo privatizador ahí sigue como huracán estacionario y sin ningún viso de que algún año de estos se instrumenten las Leyes reglamentarias que permitan su eficaz implementación; antes veremos más contra-reformas y pasmo deliberado para dejar todo al garete y en la confusión y la indefinición los empresarios voraces, criollos y extranjeros sigan echando su gato a retozar llevándose cercas, melgas y callejones.

“El Grito” de estupor es casi generalizado al ver como sobrevuelan los zopilotes sobre las carcasas de “Pemex” sangrado fiscalmente y con recortes igual que la “CFE” dejados de lado, abandonados al igual que programas esenciales de infraestructura productiva para dar paso a la tijera en el presupuesto de gastos del 2016 que se perfila implacable.

Casi se sale del cuadro el rostro andrógino en la pintura de “El Grito” de Munch a anunciarse que la medalla Belisario Domínguez se la conceden a un beneficiario de las privatizaciones, de los rescates, de los saneamientos con recursos públicos, del contratismo ahora también en los campos petroleros; concesionario y ecocida con su minera “Peñoles” que ha dejado de pagar (le llaman eufemísticamente impuestos diferidos) a la SHCP $9,000 millones de pesos al fisco según informe de la “BMV”... Se viola así el ordenamiento que prescribe el otorgamiento de esa presea a “quienes se hayan distinguido por su ciencia y virtud en grado eminente y/o por servicios a la patria o a la humanidad...”

Resulta temerario por decir lo menos que la clase político-empresarial incida en el otorgamiento de la medalla a alguien que no tiene la estatura ética, ni cívica, ni moral ni mucho menos el valor de la denuncia contra los abusos y el autoritarismo que tiene la figura simbólica del egregio prócer Belisario Domínguez que luchó con su vida por un país más libre y democrático.

Ningún parangón, radicalmente distintos Bailleres y Belisario Domínguez que luchó contra la opresión, la injusticia y el autoritarismo... ¿Bailleres émulo de Belisario Domínguez?

También sigue el rostro demudado, escandalizado y preocupado de un pueblo con el grito congelado, tumefacto y acongojado por la inminente elección de los nuevos Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, situación ésta particularmente sensible pues los mexicanos esperarían se elijan a quienes con sus datos curriculares verificables tengan una sólida carrera judicial e integridad de vida para que sean garantía de justicia imparcial.

¡Está en juego la credibilidad de la SCJN!

El judicial a su nivel supremo debe ser el poder vigilante de la Constitución así como de los actos parlamentarios y del Ejecutivo que produzcan lesiones a los derechos fundamentales y por ello los nuevos Magistrados que integrarán la SCJN deben ser capaces de ejercer el verdadero control constitucional sin tutelas inaceptables que desnaturalicen el supremo Poder Judicial de la Federación sobre el cual recae la prístina obligación de otorgar seguridad jurídica a todos los mexicanos.- Una decente y atinada elección acallaría el griterío.