Caja Negra: thriller aéreo

8 de Mayo de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Caja Negra: thriller aéreo

alejandro aleman

Ahora que el tema de la seguridad en el espacio aéreo mexicano provoca mucha preocupación entre los usuarios de vuelos comerciales (dos aviones recientemente estuvieron a punto de estrellarse en el AICM), como macabra coincidencia llega a salas Caja Negra (Boîte noire, 2021), thriller de manufactura francesa que justamente trata sobre un accidente aéreo y como las instituciones en tierra deben dar con la causa del percance.

Mathieu Vasseur (Pierre Niney) es un talentoso analista de audios para la BEA (Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil). Su tarea consiste en escuchar el contenido de las llamadas cajas negras (en realidad son de color naranja) y así esclarecer la causa de los accidentes.

Vasseur posee un sentido del oído privilegiado, capaz de detectar el sonido que hace un motor cuando un ave se estrella con él o el murmullo de algún piloto.

La cinta inicia con un espectacular plano secuencia que nos lleva desde la cabina de un avión, pasando por primera clase, clase turista y hasta la cola del avión, área donde se sitúa la famosa caja negra, misma que pronto será analizada, ya que dicho vuelo (Dubai-Francia) se estrelló sin dejar pasajeros con vida. Una auténtica tragedia.

Aunque para un profesional como Vasseur esto no es más que un lunes en la mañana, algo raro sucede: su jefe no le asigna el caso, y peor aún, este desaparece horas después. Finalmente Mathieu accede a la caja negra y lo que escucha es perturbador, pues al parecer, una persona ajena a la cabina entró a la misma. Se trata de un acto terrorista.

Las autoridades del BEA dan a conocer la información, pero como es usual, el siempre profesional Mathieu no está satisfecho con su hallazgo, por lo que procesa los audios, cambia frecuencias hasta que encuentra datos que le hacen pensar que ese avión cayó por otras causas.

La cinta se siente como un homenaje al cine de Brian De Palma (Blow Out, 1981), con momentos de tensión muy bien logrados. Es un thriller procedural que nos muestra el enorme profesionalismo (y el gran presupuesto) con el que trabaja esta agencia. Mathieu Vasseur es el típico personaje recto, siempre preocupado por hacer bien su trabajo no importando las dificultades que se le presentan.

Aunque el audio es parte esencial de la trama, muchas escenas suceden en silencio, sin diálogos y con nuestro protagonista viendo una pantalla (con sus enormes audífonos puestos). El director trata de evitar esa monotonía, pero no siempre lo logra. En todo caso son los giros de tuerca y el profesionalismo de Mathieu lo que eleva la tensión.

El final no deja de ser predecible: la corrupción es usualmente la causa de este tipo de accidentes, así en el cine como en la vida misma.

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