WandaVision, primeras impresiones

1 de Mayo de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

WandaVision, primeras impresiones

alejandro aleman

Hay androides que sueñan con ovejas electrónicas, pero en el Universo Marvel sus robots sueñan con la vida idealizada del típico sitcom de los años sesenta: una bella casa en algún suburbio, un trabajo estable y una hermosa esposa que espera en casa con la cena servida.

O al menos así es con la pareja más singular del universo Marvel: Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) y Vision (Paul Bettany). Ella es una mutante cuyo poder es la manipulación de objetos con la mente, mientras que él es un androide con la habilidad de volar, atravesar la materia, entre otros.

Ambos son los protagonistas de WandaVision, la primera serie de televisión surgida del llamado MCU y que llega este fin de semana a Disney Plus.

Claramente inspirada por el cómic The Vision (escrito por Tom King), WandaVision nos muestra la vida de estos dos Avengers como si vivieran en una sitcom. Los primeros dos episodios (únicos disponibles hasta el momento) se sitúan en la década de los 60, Vision y Wanda viven, literalmente, en un programa de televisión a la usanza de I Love Lucy o Mi Bella Genio.

Filmada en blanco y negro, con las técnicas de iluminación de las comedias clásicas televisivas de aquella época e incluso con risas grabadas, Wanda y Vision tratan de llevar una vida normal sin que sus vecinos, jefes y amigos estén enterados de que ellos tienen poderes.

Pero, ¿todo esto es real? Evidentemente, no. La última vez que vimos a Vision y Wanda, ella lloraba mientras sostenía el cuerpo inanimado de su robot-marido, masacrado por Thanos en Infinity War (2018), por lo que esto forzosamente está sucediendo en el pasado o mejor aún, en la mente de ella.

Para la dirección, Marvel recurrió a un auténtico experto en televisión, Matt Shakman, quien ha dirigido episodios de Mad Men, Fargo, Game of Thrones, House y más. El diseño de producción es impecable, pero la fórmula de Marvel sigue intacta: estirar la liga muchísimo hasta el gran final donde se revela todo.

Sin embargo, el abuso de esa fórmula provoca un desinterés prematuro (el segundo capítulo no aporta nada a la trama), pero habrá que esperar al resto de la serie para dar un veredicto.

En todo caso, lo aplaudible es la visión (¿vieron lo que acabo de hacer?) de Disney/Marvel, quienes adelantándose a la agonía de las salas de cine, apuestan ahora por llevar su contenido a la televisión. El truco seguramente les funcionará.

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