Sin sensibilidad política y humana se conducen los funcionarios de primer nivel del Gobierno de la Ciudad de México.
Dejar morir a María Guadalupe Fuentes Arias, de 56 años, el pasado 16 febrero afuera de la estación del Metro Tacubaya habla de que en la actual administración les importa poco la gente.
Muy lejos están las palabras que pronunció Claudia Sheinbaum –durante su toma de protesta el 5 de diciembre pasado- cuando dijo: “El eje de nuestro proyecto radica en hacer de la Ciudad de México una ciudad de derechos”.
La pregunta es ¿y dónde quedó el derecho de María Guadalupe de contar con una atención médica digna que pudo salvarle la vida?
También queda en el aire la duda de por qué los policías bancarios que la sacaron de la estación no la ayudaron a buscar a su familia.
Este caso abre la incógnita sobre la seguridad de la que gozan los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo Metro, quienes, además de padecer a diario la saturación y los retrasos en el servicio, ahora deben soportar la falta de sensibilidad humana de quienes laboran en este organismo.
Hoy María Guadalupe está muerta, y su familia ha tenido que soportar las imágenes del momento en el que se desvaneció dentro de la estación Tacubaya y de la forma en la que fue echada a la calle por los policías.
Esto no se trata de un asunto político, como lo llamó la jefa de Gobierno, sino de dignidad humana. La mandataria debe asumir la responsabilidad de que una madre de familia murió y no sólo dejar el caso en las manos de la Procuraduría capitalina.
Después de esta tragedia, se requiere que Claudia Sheinbaum tome decisiones contundentes y cuestione a sus funcionarios por qué no han cumplido con la que se supone es la regla máxima de su administración: “Un gobierno cercano a la gente”.
Sería bueno que explicara a los capitalinos dónde estaban la directora del Metro, Florencia Serranía; el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta; la secretaria de Salud, Olivia López Arellano, y la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, cuando murió María Guadalupe, a unos pasos de la estación Tacubaya. Pues el video de cuando los policías sacan a rastras a la mujer es de las propias cámaras del Gobierno de la Ciudad de México, y sin duda sabían de este hecho inhumano.
Destaca en particular la directora del Metro, quien apareció públicamente para dar una disculpa, conmoverse y presentar un informe en el que culpó a paramédicos de la alcaldía de Miguel Hidalgo después de la presión ocasionada por un caso que se mantuvo oculto por más de dos meses y que el diario Reforma dio a conocer la semana pasada.
Una disculpa pública no le devolverá la vida a María Guadalupe Fuentes Arias ni lleva paz a cada uno de sus deudos.
A cinco meses de gobierno, ya es tiempo de que Claudia Sheinbaum se pregunte si sus funcionarios están palpando el sentir de los habitantes de la ciudad y sobre ese análisis tome decisiones para hacer los ajustes en su primer círculo.
La Ciudad de México bastante tiene con los problemas como para mantener con el presupuesto y dinero de sus habitantes a funcionarios ineptos e insensibles a su comunidad.