Rosario Robles, abandonada

25 de Abril de 2024

Lourdes Mendoza
Lourdes Mendoza

Rosario Robles, abandonada

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La lealtad es de ida y vuelta y a ella algunos la abandonaron. Ha vendido todo, incluso sus muebles y su hija su departamento declarado en su 3 de 3 para pagar sus abogados. Incluso ha pensado en vender guantes tejidos por ella dentro de la cárcel”, me dijo una fuente cercana a la exsecretaria.

Además se siente abandonada y traicionada por los subsecretarios que estuvieron con ella y quienes no eran gente suya, y quienes no quisieron ir a declarar en su favor. Y de Emilio Zebadúa ya ni qué decir, pues él si era gente suya . La acorralaron con los últimos cargos que le atribuyeron: delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

“He decidió acogerme a la figura de testigo colaborador. Por el momento es lo único que puedo informar. Se han hecho declaraciones que no han sido acordadas conmigo. He instruido a mis abogados atenerse al procedimiento judicial. Lo que sí debo decir es que hablaré con la verdad”, así tuiteo el martes a las 19:45 pm.

Para ser testigo protegido tiene que hablar de los peces gordos (bueno, no siempre ahí tienen el caso de Lozoya). Según mis fuentes ni contra Meade ni contra Osorio tiene nada.

Por los dichos de su abogado, Sergio Arturo Ramírez, Luis Videgaray mediante Twitter negó haber participado en algún ilícito y finalizó diciendo: “El mecanismo de moda de ‘me salvo culpando a Videgaray’ tiene un límite, y ese límite son la verdad y la ley”.

Para acusar sin duda hay qué probar tal cual lo dijo el exabogado de Lozoya, el licenciado Coello Trejo.

Fue hace un año visité a Rosario en Santa Martha Acatitla. Fui el 28 de noviembre, un día después de que en la Cámara de Diputados le aprobaran comenzar un juicio político en su contra.

Me encontré con una mujer vestida de beige, como marca el reglamento, muy delgada, pero con el espíritu de luchadora.

-¿No te arrepientes de haberte presentado?

“No, porque soy inocente y si no me presentaba, hubiera aceptado mi culpabilidad; dos, porque a mí me acusan de omisión, no de habérmelo robado (los recursos); y tres, porque creo en la presunción de inocencia y el debido proceso. Tengo un juez parcial y con un claro conflicto de interés. Aquí aplicaría el dicho de Benito Juárez: ‘a los amigos, justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas’”.

Y en el caso de Rosario, ni siquiera justicia a secas

-¿Te sientes abandonada por tu exjefe, EPN, y tus ex compañeros de gabinete? Su cara, su expresión, fue contundente, la cual habló más que mil palabras (enojada, triste, decepcionada, abandonada, etcétera), aunque me hizo saber que no todos lo hicieron.

Entre risas, me dijo: “por suerte fui a escuela de monjas, donde me enseñaron a tejer y ahora hago bufandas, llevo cuatro y una de ellas era de los Pumas. También destino mucho de mi tiempo a estudiar casos similares al mío, no sólo en México, sino en el mundo”.

En un momento se le asoman las lágrimas al contarme: “Muchas mañanas me despierto y me doy cuenta de que esto no es una pesadilla, sino que aquí estoy. El otro día pensé que ya iba a salir y me despedí de todas. Otra interna llegó y me dijo: ‘licenciada, venimos Alicia y yo a invitarla al club de canutillo’. Contesté: ‘gracias, pero creo que mañana saldré’. Pero no fue así, el juez Delgadillo Padierna volvió a demostrar que no es imparcial y me mandó de regreso. Ya en la julia (que es horrible porque no tiene ventanas) venía pensando: mi futuro será unirme al club de canutillo”, y ríe.

Rosario lleva 15 meses en la cárcel, publicó ocho cartas en las que acusó venganzas políticas, tuvo un juicio político sin que ella estuviera presente, la inhabilitaron, su proceso inicial lo llevó el sobrino de Dolores Padierna y le hicieron una licencia fake para retenerla en prisión.

Ojo. Yo no soy juez para decidir si es culpable o no. No soy su abogado para defenderla, ni el fiscal para acusarla, pero sin ser juez o fiscal si puedo afirmar que es un exceso lo que están haciendo con ella.