Una hora en el Covid

12 de Mayo de 2024

Lourdes Mendoza
Lourdes Mendoza

Una hora en el Covid

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Enero de este año se convirtió en el mes con el mayor número de contagios y fallecimientos registrados desde que llegó la pandemia de Covid-19 a México. Tan sólo ese mes, según los datos conservadores de la Secretaría de Salud, se acumularon 32 mil 729 muertes, una cifra de terror: casi 44 defunciones por hora. ¡Así como lo está leyendo!

También fue el mes récord de casos confirmados por Covid-19, en total 438 mil 166 personas infectadas en 31 días o lo que es lo mismo 589 infectados por hora, casi 10 personas que contrajeron el nuevo coronavirus ¡por minuto!

Les recomiendo que respiren profundamente para seguir leyendo, pues si aplicamos el modelo centinela que ya no le gusta al impresentable del subsecretario Hugo López-Gatell, los casos de contagio los tendríamos que multiplicar por ocho. Si hacemos este ejercicio, tan sólo en enero hubo cuatro mil 711 nuevos casos de Covid-19 por hora, unas 78 personas infectadas por minuto.

Aterricemos más las cifras: pongamos el ejemplo de la Ciudad de México. De acuerdo con datos del mismo gobierno capitalino, en enero hubo 14 mil 982 registros con causa de defunción por Covid-19 o sospecha del mismo, es decir, cada hora murieron 20, sí, 20 personas.

Y qué les cuento, que pese a las muertes y contagios, el gobierno federal ha bajado la guardia en cuanto a vacunación, una estrategia, por cierto, que le compete a López-Gatell y al aviador, digo, al secretario de Salud, Jorge Alcocer.

Veamos su estrategia de vacunación: del 24 de diciembre de 2020 al 18 de enero de 2021 se aplicaron 492 mil 529 vacunas. Así que en los primeros 26 días de vacunación, sólo se pudieron vacunar 789 personas por hora. Obvio el gobierno se queda corto, pues habrá que recordarles que somos ¡126 millones de mexicanos!

En contraste, para el 8 de febrero, Estados Unidos llevaba 43 millones de vacunas; China, 31 millones; Reino Unido, 12 millones, mientras que India llevaba 5.8 millones de personas inyectadas.

No sé si al gobierno le quede claro la magnitud del problema, el desastre en el que estamos por falta de estrategia. Y para colmo —ahora les recomiendo un buen trago— resulta que apenas el lunes nos enteramos que México es el país con la mayor tasa de letalidad por Covid-19, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Sí, el alma mater de López-Gatell.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el hombre de las cifras erráticas tiene un doctorado en Filosofía (Epidemiología) por la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, la misma que hoy sitúa a México en el primer lugar de mortalidad, pues por cada 100 personas con la enfermedad, 8.6%, murió. En esta lista le siguen Perú, Italia y Sudáfrica, pero con porcentajes mucho menores que el de nuestro país. Alguien que le haga entender al gobierno federal que tiene ¡un DESASTRE!

¿Qué les cuento? Que el mismo día que salieron estas decepcionantes cifras, el presidente Andrés Manuel López Obrador reanudó sus mañaneras. Salió “quesque” muy recuperado después de haberse infectado de coronavirus y aunque diga López-Gatell que los enfermos no viajen, él viajó ¡y dos veces!

Y sólo le bastó una conferencia de una hora y media para continuar sin entender que es un jefe de Estado, al decir que no usaría cubrebocas porque, él ya no contagia. Ya saben, la fuerza del Presidente es moral, no de contagio, según el ilustre doctor López-Gatell. Es sarcasmo.

Les dejo este tuit del exsecretario de Salud, Salomón Chertorivsky: “En efecto, señor Presidente, es poco probable que vuelva a contagiarse, al menos durante unos meses, pero sí puede transportar el virus y contagiar a otros. Peor aún: al escucharlo, un millón 490,000 personas que ya se contagiaron pueden decir: Si él no usa, ¿yo por qué sí?”

Y las palabras de Germán Martínez hace unos días con Ciro en Radio Fórmula “los muertos los perseguirán”.

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