El descontento creció. Por segundo día consecutivo, una reportera cuestionó al presidente Andrés Manuel López Obrador por reconocer como periodistas a quienes entran a la mañanera y aplauden, y atacar o castigar a quienes ejercen el oficio.
“Si aquí venimos, entramos reporteros, es para ejercer nuestro oficio, que hemos ejercido desde hace muchísimos años. Es muy sencillo que alguien entre, aplauda y ya con eso se le reconozca como periodista. No, no debería de ser así, porque si aquí habláramos de afinidades y se cayeran máscaras, habría muchas sorpresas”, resaltó Dalila Escobar, reportera de Proceso.
En la mañanera anterior, Reyna Haydee Ramírez, hizo lo propio. Mientras cuestionaba la censura y bloqueo de acceso a las conferencias, fue interrumpida, hostigada y contestó: “tú cállate, palero”, frase que todo el fin de semana fue tendencia en redes sociales.
Este lunes, el Presidente escuchó la interrogante. La reportera preguntaba si había incertidumbre de que Manuel Bartlett, fuera llamado por la justicia de Estados Unidos tras la detención de Rafael Caro Quintero, a quien se le acusa del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, cuando el hoy director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) era Secretario de Gobernación.
López Obrador puso el rostro tenso. “Hay que esperar”, dijo y refunfuñó: “Es que es adelantar vísperas, es que tengan notas ustedes”. Pero inmediatamente cambió el rostro y esbozó una sonrisa burlona.
Defendió al y los reporteros que “son tratados como paleros por los conservadores”. “El que un periodista participe, simpatice, en una causa no es ningún delito”, afirmó el mandatario. “Siempre y cuando sea periodista, Presidente”, le reviró la reportera.
Una vez más, López Obrador sostuvo que el periodista debe asumir una postura, tomar partido, interviniendo en la liberad de expresión que, de acuerdo con la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, adoptada el 22 de noviembre de 1969 en San José, Corta Rica, “no se puede restringir el derecho de expresión por vías a medios indirectos tales como el abuso de controles oficiales o particulares…”
E insistió en su defensa: “¿Por qué digo esto? Porque es como el mundo al revés, los más corruptos, que siempre han estado sometidos al poder, ahora les llaman paleros a los que defienden el proceso de transformación”. Una vez más, violó la libertad de expresión.
Pero el tema, que parecía una defensa de lo ocurrido el viernes anterior, buscaba minimizar el cuestionamiento sobre la relación de Bartlett y Caro Quintero en el caso del ‘Kiki’ Camarena.
El desvío en el tema sucedió también al hablar de los problemas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cuando incluso aseguró que lo mejor era informar a la población, y dedicó más de 10 minutos en desmentir a un piloto, en su vuelo de regreso a la capital, que informó que la demora en el aterrizaje se debía a un “cráter” en la pista de la Terminal 2, pero que, según sus datos, sólo era un bache que debió ser reparado.
O cuando minimizó la percepción de inseguridad de los mayores de 18 años y que suma más del 64%, pues dijo que es diferente a la realidad, pero aseguró que incluso la percepción es distinta a otros tiempos, porque ahora la gente tiene más confianza.
Luego dio paso a otro periodista, el cual celebró la apertura de comunicación, de libertad de expresión y de democracia. “Se entiende el ruido, se entienden los señalamientos, porque esto está cambiando”, dijo otro de los llamados youtubers que acuden a las conferencia.
La irrupción de los “paleros”
Desde 2012, con el despegue de las redes sociales, muchas personas sacaron sus cámaras y comenzaron a grabar, a emitir sus opiniones de todos los temas y a darse a conocer. Pero fue apenas en 2018, con la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República que tuvieron visibilidad, al menos en la política.
“Las benditas redes sociales”, como el mandatario comenzó a calificar los medios por los que transmiten su información, irrumpieron en las conferencias presidenciales y se integraron al debate político.
Desde las primeras semanas, tomaron las primeras filas de la mañanera, lo que ocasionaba que el Presidente les diera la palabra más seguido, lo que calentó los ánimos en la prensa convencional, y que en más de una ocasión generó enfrentamientos.
Cada vez más, López Obrador elegía a ellos, los reporteros de redes sociales, que generalmente eran sus simpatizantes de la llamada 4T, para cuestionarlo o para evadir temas de importancia. Como cuando, tras el ‘Culiacanazo’ el conocido youtuber “Lord Molécula” le preguntó sobre béisbol y no sobre la noticia que puso de cabeza al país.
Las acusaciones de realizar preguntas a modo o pagadas por empresas y hasta políticos, los han seguido a lo largo de casi cuatro años y los ha llevado a ser reconocidos como “paleros”, por festejar los actos del Presidente.
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