Redacción ejecentral
La senadora del Partido del Trabajo, Ana Gabriela Guevara, señaló como un acto “cobarde” la agresión de los cuatro hombres contra una ciudadana que nunca ostentó su cargo ni posición. 
En conferencia de prensa en la sede del Senado, explicó de voz propia, incluso por momentos rompió en llanto, la golpiza de la que fue víctima el domingo pasado en la carretera México-Toluca, en el Estado de México Guevara Espinoza señaló que sus agresores no reconocieron quién era y atribuyó el ataque a que es motociclista y la falta de respeto para ellos. ES DE INTERÉS Agreden a Ana Guevara; sale bien de cirugía Agresión por mi condición de mujer: Guevara Exigen castigo a agresores de Ana Guevara “Basta de violencia”, clama Ana Guevara
La exvelocista olímpica narró cómo los hombres que viajaban a bordo deunba camioneta Voyager, placas MMU8473, golpearon su motocicleta y después bajaron y la patearon en la cara y las costillas.
Es un hecho cobarde, no tengo escoltas ni chofer. Creo en mi país tenemos que trabajar, basta de violencia”, sostuvo.
Señaló que los golpes que recibió serán ahora su bandera para luchar en favor de las mujeres. Y destacó que es una ciudadana que evita la violencia.
Voy a subir una foto diaria de este golpe en nombre de las mujeres, las marcas en mi cara serán un recuerdo constante para trabajar contra la violencia”, afirmó.
La legisladora pidió a los testigos que grabaron la agresión que envíen sus videos para poder identificar a los agresores.
Señaló que fue un acto de violencia de género y llama a no promoverla y sensibilizar a la sociedad para evitarla.
Estuvo acompañada por el líder de su bancada, Manuel Bartlett,y por el coordinador de la del PRI, Emilio Gamboa.
Explicó que espera estar recuperada en tres semanas, máximo un mes, por la fractura que sufrió en tres partes, de la que dijo no hay efectos secundarios graves.
El parte médico, dijo, fue fractura en un hueso cercano al ojo, derrame en el ojo, así como golpes en diversas partes de la cara y cabeza. Reconoció que en un momento temió por su vida.
Con las huellas de la agresión en el rostro, vistiendo una sudadera rosa, y a pregunta expresa respondió: “Sí temí por mi vida, porque son cuatro personas, son ocho piernas repartiendo patadas sin ninguna medición de nada. Por supuesto, lo que razoné en cuestión de segundos era mi cabeza, porque si hubiera recibido otro golpe en la cabeza, uno pudiera haber sido un golpe mortal y la otra es que hubiera entrado en inconsciencia”.
https://youtu.be/8MEKaLsz1W0