Decía Quevedo: El oro es precioso y dado en moneda es merced, y disparado en bala es muerte. Es decir, con el mismo material puedes fabricar monedas… o balas. Hablemos de cuando la maquinaria de Hollywood utiliza todos sus recursos para destruir buenas historias y fabricar en serie malas historias que algún día fueron buenas.
30.000 nuevos guiones son registrados anualmente en el Writers Guild of America. ¡30.000! (o sea 82 cada día) y su diáspora la encuentras en cualquier despacho de Hollywood. Vas a ver a un agente y hay una montaña de guiones apilados en la mesa. ¿Un abogado? Lo mismo. ¿Un director de casting? La misma decoración. Te pides un capuccino en una terraza de moda y es muy probable que el mesero te traiga su último y revolucionario guión.
Y eso que hablamos de los guiones en spec, es decir, que el guionista no ha sido pagado por producir el material. Pero es que a esa interminable lista tenemos que añadir los guiones que los grandes estudios generan por sí mismos. Son datos antiguos –de antes de la estéril era de los superhéroes- pero un estudio normal tiene una media de entre 200 y 300 guiones en desarrollo e invierte alrededor de 300 MUSD en ello.
Cada película conlleva una decisión financiera de alto riesgo, lo que lleva a arriesgar lo mínimo posible a los que toman esas decisiones y ven peligrar su empleo. Los ejecutivos dicen con la esperanza de conservar su empleo: si esto funciona y es lo que el público quiere voy a repetirlo en mi cadena de montaje.
Cuando le brota a un estudio una rosa hermosa no cultiva más rosas, sino que la reproducen con plástico y la fabrican en serie con la esperanza de que el que la compra no se dé cuenta. Pero claro, la flor no es igual de hermosa, y no huele bien, sólo es un puto trozo de plástico mal pintado.
La fabricación en serie tiene dos manifestaciones muy curiosas:
- El género de moda
Estos burros le aplican a un producto que tarda en manufacturarse meses o años (en algunos casos) las tendencias puntuales de un momento temporal en el mercado basadas en un solo éxito. Una puta locura.
Consejo a los cineastas: nunca, nunca decidan su próxima película en función de la moda del momento. El género te puede servir para enmarcar tu historia, para guiarte con películas comparables, para sintetizar su contenido a la hora de comercializarla, para un montón de cosas, pero NUNCA para medir la tendencia del mercado.
- Los Doppelgänger
A veces en Hollywood hay una electricidad en el aire, como cuando se avecina una tormenta. No sé definirlo bien, es como un mood, un momentum, según el cual mágicamente se hacen las mismas películas… al mismo tiempo.
Los escépticos dirán que cuando eso sucede es porque hay filtraciones entre los ejecutivos, los agentes de las estrellas, los guionistas… pero yo no lo creo. En esto –y que no sirva de precedente- me pongo esotérico. Una película tarda mucho en desarrollarse, tiene su tempo propio, y es raro que un estudio deliberadamente haga coincidir ese tempo con el de otra película igual de otro estudio y se arriesgue a que las dos descarrilen.
Es una especie de broma del destino que dice: ¡ahora tocan… películas de volcanes, y venga! Se estrenan dos al mismo tiempo. Sin embargo, no siempre reina el despropósito, y vemos casos como el de Crisis in the hotzone, una película de contagios que iba a protagonizar Robert Redford con Jodie Foster, se canceló en el momento en el que se enteraron de que la Warner iba a estrenar Outbreak con Dustin Hoffman. Aunque unos años más tarde, Soderbergh revisitó el asunto con su película Contagion (2011).
Mi consejo final es el dilema clásico de razón y sentimiento. A la hora de elegir una historia miren fuera, no olviden el mercado, pero también miren dentro y tengan en cuenta el corazón.