El sábado 20 de noviembre, en el marco del 111 aniversario de la Revolución Mexicana, varios medios de comunicación dieron cuenta del rescate de dos elementos de la Secretaría de Marina Armada de Mexico, una mujer y un hombre que habían desaparecido el 15 de noviembre en el municipio de Zapopan, Jalisco.
La desaparición de estos dos elementos parece ser el resultado de haber participado en la investigación para dar cumplimiento a una orden de aprehensión de una mujer, presuntamente relacionada sentimentalmente con el líder actual del Cártel Jalisco Nueva Generación, quien tiene acusación por haber cometido diversos delitos federales.
No es la primera vez que sabemos que los miembros de grupos de la delincuencia organizada toman represalias personales en contra de quien realiza funciones de seguridad pública en auxilio de las autoridades de procuración de justicia federal y estatal.
Sin duda, se requiere de su participación a nivel federal, la Fiscalía General de la República no cuenta con más de cinco mil elementos que deben realizar todo (investigaciones, cateos, traslados de detenidos, custodia de evidencias, personas, funcionarios, puestas a disposición, etcétera). Imagínense, en proporción tiene más elementos de Policía de Investigación la Ciudad de México, que la Federación, ya que es casi el mismo número de elementos, pero no así la incidencia delictiva, población y territorio de despliegue.
De forma y fondo, tenemos que ver cómo cuidamos a quien corre riesgo por el tipo de trabajo que desempeñan, no se les colocan chips de georeferenciación, ni antes, ni durante, ni después de haber participado en estos operativos, no se les repliega en cuarteles u oficinas centrales. En el caso de la Policía Federal de Investigación, sólo cuentan con un espacio de capacitación que tiene dormitorios en el estado de Querétaro, a diferencia de lo que ocurre con las Fuerzas Armadas.
Vale la pena analizar qué protocolos de cuidado y riesgo tenemos que implementar, cada familia de estos héroes, igual de anónimos que enfermeras y doctores en pandemia, siempre están solas y si una desgracia ocurre, lo cual nunca se desea, los policías federales de investigación no cuentan con ninguna prestación para la viuda e hijos ni con pensión, ni casa de por vida, ni con becas para los hijos, a diferencia de lo que ocurre con los marinos y soldados.
Nota al pie de página:
El fin de semana el periódico español El País publicó un suplemento semanal en el que entrevista a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, lo que coincide con el reencuentro en Washington, D.C. de los tres líderes y socios del hemisferio Norteamericano, que fue propiciado por el canciller Marcelo Ebrard.