En días pasados tuve la oportunidad de visitar Veracruz, es el estado más largo del país, prácticamente el Golfo de México baña de norte a sur todas las regiones bellas que tiene. Con muchos microclimas, en general es húmedo, caluroso, lluvioso, nublado.
Colinda al norte con Tamaulipas, comparte región con las huastecas potosina e hidalguense, tiene límites con la sierra negra de Puebla, al sur con Tabasco y Oaxaca. Es un estado por demás rico en litorales, cuenta con muchos cultivos privilegiados como café, tabaco, piña, azúcar, vainilla, entre otros. Cuenta con dos refinerías y la única planta nuclear generadora de luz de todo México.
La exquisita comida veracruzana, las conchas con nata y el café lechero en los distintos lugares del puerto, permiten transportarse en el tiempo. Caminar por el Malecón y ver en el horizonte un sinnúmero de cargueros trasatlánticos nos hacen saber que el comercio y el México que hoy conocemos inició en un pequeño pueblo llamado La Antigua, en el siglo XI, y que en 2022 se mercaron más de 34.2 millones de toneladas a través del puerto más antiguo del continente.
Conocer vestigios en La Antigua de la que fue casa de Hernán Cortés, la primera Hermila de Nuestra Señora del Rosario, así como El Fuerte de San Juan de Ulúa, la antigua terminal de trenes y las instalaciones de la Tercer Región Naval, sin olvidar las distintas carreteras que permiten la movilidad de personas y mercancías; me obligan a reflexionar, cuán rico es este estado y todo México.
Sin embargo, y a pesar de tantos años de ser productivo, de ser la puerta de las migraciones de españoles, africanos, libaneses, hay mucha pobreza y falta de mantenimiento de cosas que podrían estar mucho mejor.
De forma y fondo, se requiere mayor presencia de la policía en los caminos, se requieren obras de mantenimiento en las carreteras; las Cumbres de Maltrata no están iluminadas y la carpeta asfáltica en todos lados requiere de mantenimiento. Sin duda, si se mantuvieran los caminos, si se invirtiera en dar a conocer tantos bellos lugares el estado en general estaría mucho mejor.
El mantenimiento lo es todo y eso se demuestra con las instalaciones impolutas de la Secretaria Armada de México (Semar) y el Puerto que desde principios del siglo XVI ha funcionado, el contraste con la falta de cuidado, luminarias, limpieza, pintura o la humedad, de varios espacios lo demuestran.
No en balde han declarada cuatro veces Heroica a la Ciudad y Puerto de Veracruz, desde la guerra de Independencia, la guerra de los pasteles, la invasión de los Estados Unidos en la época de la Guerra de Secesión, y en la época de la Revolución Mexicana, han resistido y velado por la soberanía.
Pero invertir un poco del presupuesto en la constante del mantenimiento resulta más barato que dejar caer las instalaciones, caminos, etc. y hacer del mantenimiento planeado con constancia y disciplina como lo hacen las Fuerzas Armadas, en sus instalaciones hacen una gran diferencia.
Y si lo aplicáramos para todos los servicios en todo el país, quizás no se tendrían los problemas que se tienen. Diría mi papá “los fierros, no entienden de politiquería, si el material dio servicio, tiene caducidad de funcionamiento, en física se llama resistencia de materiales” así que el mantenimiento preventivo lo es todo. Tenía razón, además se dan muchos trabajos y se prestan mejores servicios con un aspecto pulcro. La humedad es el enemigo silencioso del metal, pintura, cemento, madera, etc.
Una manera de reactivar la economía y cambiar el entorno local, es consumir en los pequeños restaurantes y visitar todos los pueblitos, todos tienen historia, es el estado en dónde se gesta el México independiente y soberano con comercio con el mundo.
Nota al pie de página:
Visita México, vive México, come, canta y baila México. ¡México lo tiene todo!