Las encuestas se convirtieron en instrumentos de propaganda y muchas de las casas encuestadoras se ligaron al aparato gubernamental para crear propaganda con bajo un disfraz de supuesta cientificidad apantalla-tontos: los especialistas encargados de hacer los estudios demoscópicos saben que modificando la estructura geográfica y/o social de una muestra, las fechas de aplicación y cambiando el valor de los ponderadores (y no se diga la composición misma de las preguntas, ya sea abiertas o cerradas, o predeterminadas para que las respuestas resulten negativas o positivas), pueden obtener respuestas muy cercanas o totalmente alineadas a los deseos de los contratantes. Por ello uno de los puntos más graves de fricción entre las corcholatas presidenciales fue la determinación de las encuestadoras encargadas de realizar el levantamiento para elegir a quien será su representante en la campaña electoral de 2024, y que motivó que el ex canciller Marcelo Ebrard llevará a un punto de quiebre de confrontación con la ex regenta capitalina Claudia Sheinbaum, en tanto que el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López insistió en la necesidad de mantener la equidad en la contienda.
Aunque, es vox populi, la única encuestas que finalmente contará sea la que una sola persona se haga a sí misma, es decir Andrés Manuel López Obrador. La unicidad de las decisiones presidenciales de la 4T está fuera de toda duda.
Números cuchareados, pleito cantado
Desde la semana pasada, Adán Augusto López Hernández, como el ex canciller Marcelo Ebrard adviertieron el riesgo de los “números cuchareados” que arrojarían las encuestadoras propuestas por la ex jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para quien han trabajado cuando menos una decena de esas casas de medición de opinión pública que, curiosamente, siempre han arrojado resultados positivas de ella y creando la imagen de que es la ganadora segura por que ella es la favorita de Palacio Nacional
Esto significa que el riesgo de conflicto de interés en las encuestadoras está ya bajo el escrutinio de las diversas fracciones del partido en el gobierno. Y es que a juzgar de lo que sucedió con Delfina Gómez en el Estado de México, las encuestadoras fungieron como aparatos de propaganda que le asignaron ventajas superiores a 20 puntos sobre su rival Alejandra del Moral… y quien finalmente quedó a 8 puntos de distancia de la ex secretaria de educación pública.

Ebrard ha utilizado el enorme margen de error que cometieron las encuestadoras en la elección mexiquense para advertir de la manipulación numérica que se utilizó por esas firmas que, curiosamente, son las mismas que han marcado permanentemente a Claudia Sheinbaum al alza. Algo logró, finalmente, el ex canciller: que se cambiara una de las cuatro encuestadoras contratadas por Morena debido a su abierto sesgo a favor de la ex regenta.
Aunque el profesionalismo de algunas de esas empresas no está en duda, el riesgo de conflicto de interés y de datos chungos es evidente en firmas como Buendía y Márquez, Mitofsky, Enkoll, TResarch, Covarrubias, MetricsMx, Campaigns&Elections, Rubrum, Votia y Berum… y no se diga De Las Heras Demotecnia que lleva Mario Garza que, junto con la consultora Huristica de Iván Silva, empujaron desde hace meses una intensa campaña para generar la percepción ganadora de la ex jefa de gobierno y ningunear a sus correligionarios en pugna, en particular contra Adán Augusto López cuya capacidad de movilización y discurso creció a lo largo de solo unos meses.
El uso propagandístico como operación de estado es tan abierto que, por ejemplo, en diversos estados de la república, los llamados Servidores de la Nación dejan en la entrada de las casas y/o buzones, panfletos con los resultados de las encuestadoras favoritas del gobierno capitalino a fin exponer que Sheinbaum es la ganadora natural… y a parece a un lado de López Obrador.
El uso de programas sociales para “movilizar” o mejor dicho acarrear personas a los mítines corcholateros es otro de los puntos álgidos de la confrontación al interior de Morena y que ya dieron paso a cuando menos tres decenas de quejas ante el Instituto Nacional Electoral… aunque aun sin exhibir las pruebas de cargos
Y, ante la posibilidad de fragmentación de Morena en el proceso selección de candidat(o) a presidencial, es el ex titular de gobernación, Adán Augusto López, se perfila como el personaje que resultará necesario para mantener la unidad de su partido en las próximas semanas de tironeo y jaleo.
@mfloresarellano
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