Los incendios forestales y su terrible daño a la tierra

23 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Los incendios forestales y su terrible daño a la tierra

El menor movimiento es de importancia para toda la naturaleza. El océano entero se ve afectado por un guijarro.

San Agustín

Las imágenes que se han grabado en la consciencia mundial sobre el calvario vivido desde octubre del año pasado en Australia donde miles de koalas quemados clamaban por ayuda, donde canguros huyen incluso con crías de otras especies en sus bolsas, donde millones han perdido su hogar; se han convertido en una terrible predicción que poco a poco se replica en otras partes del planeta.

Y es que lo sucedido en Canadá, España, Australia, el Amazonas y hace un par de días en Chile, sólo por mencionar los incendios forestales más recientes y graves; se debe a muchas causas: actividades accidentales, negligencias, acciones intencionales y/o hechos naturales; sin embargo, no podemos perder de vista que el cambio climático ha producido un gran estrago en todo el planeta, es así como durante 2019 se registraron nuevos niveles en cuanto a sequías e incrementos en la temperatura de los mares, lo cual provoca que la atmósfera se vuelva cada vez menos capaz de absorber agua y almacenarla.

Este fenómeno que arrasa con bosques y hectáreas se ha comenzado a presentar con mayor intensidad, tan sólo el año pasado Alaska experimentó temperaturas de hasta 32 grados centígrados, lo que ocasionó el despertar de varios incendios; en rusia se quemaron millones de hectáreas de bosque en Siberia, se calcula que se afectó un área del tamaño de todo Portugal, y en el norte de Canadá, cientos de incendios provocaron que ardieran durante meses más de 800,000 hectáreas de tierra durante el verano.

A pesar de que el año antepasado lugares como Portugal, España, pero sobre todo California ardieron durante días, fue hasta 2019 cuando los ojos del mundo se conmocionaron con los incendios en la Amazonía, los cuales tuvieron lugar a principios de agosto y donde durante los primeros ocho meses se registraron un 83% más de incendios que en todo el año 2018.

México no está exento de estos acontecimientos, incluso de acuerdo a un reporte emitido por Global Forest Watch Fires, nuestro país fue el segundo con más alertas emitidas durante la primera quincena de mayo del 2019 y de acuerdo al informe de la Comisión Nacional Forestal del 01 al 23 de enero de este año se han registrado 44 incendios forestales en 7 entidades; las cuales han afectado una superficie de 257 hectáreas, siendo los estados de: Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Michoacán, Chiapas, Tlaxcala y San Luis Potosí los que presentaron mayor número de incendios.

Paradójicamente a lo que podría creerse, los incendios son parte de un proceso natural en la regeneración de los ecosistemas, ayudan a que la tierra pueda producir nuevamente, proveyéndola de los nutrientes necesarios; sin embargo, de acuerdo al informe “Arde el Mediterráneo 2019” de la organización sin fines de lucro World Wildlife Fund, en el 96% de los incendios se puede detectar la influencia del ser humano ya sea de forma negligente o intencionada.

En este mismo análisis advierten los expertos que con el paso del tiempo hemos comenzado a enfrentarnos a una nueva tipología de incendios, es decir, a superincendios o megaincendios donde como características aparecen: 1) la potencia, 2) se extienden a gran velocidad, pero sobre todo 3) son demasiado impredecibles, lo que en suma resulta en un difícil y complicado trabajo para los cuerpos de extinción.

Los incendios forestales ya no son problema de una región o de una temporada en específico, sino que se han convertido en un problema mundial que ataca durante todo el año, y de acuerdo a la WWF han causado alrededor de 500 personas fallecidas desde el año 2,000.

Actualmente la batalla contra la extinción de las llamas en Australia continúa, y desafortunadamente en pasados días Chile empezó a ser consumido por el fuego y hasta el momento se han perdido cerca de 4,000 hectáreas.

No dejemos de tomar las medidas necesarias para detener y en un futuro revertir el daño climático; planifiquemos actividades a corto plazo, pero sobre todo evitemos abandonar los bosques, este es el único hogar que conocemos.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación. *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n