Recuperemos la paz y fomentemos la no violencia en las escuelas

25 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Recuperemos la paz y fomentemos la no violencia en las escuelas

“En la escuela no se aprenden sólo contenidos, sino costumbres y valores”

Papa Francisco

Actualmente las notas sobre el crimen y la crueldad humana enmarcan las noticias y redes sociales, los conflictos armados continúan siendo uno de los tópicos más alarmantes, y la juventud poco a poco ha comenzado a considerar la violencia como un estilo de vida viable.

Y es que a diferencia de hace un par de décadas, hoy la niñez y la juventud cuentan con mayor acceso a todo tipo de información sobre homicidios, agresiones y delitos, manifestaciones que exponen la forma en que la descomposición social ha permeado a gran escala en todos los estratos económicos.

Es así como la violencia ha empezado a incorporar también como ejecutores a los niños y jóvenes haciendo de los centros educativos lugares para perpetrar crímenes, acciones como el bullying, el acoso, el hostigamiento sexual o el ciberacoso se han convertido en lecciones que limitan el crecimiento y desarrollo personal y social.

De acuerdo a datos del informe “Acabar con la Violencia en las Escuelas” publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infanciacerca de 150 millones de estudiantes de 13 a 15 años declaran haber sufrido violencia por compañeros de escuela y alrededor de 720 millones de niños en edad escolar viven en países donde las leyes no les confieren una protección completa frente al castigo corporal en los centros educativos.

En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, los niveles de bullying se han convertido en cifras preocupantes, de acuerdo a un reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanosel año pasado se dio a conocer que alrededor del 50% de alumnos han referido algún acto de violencia verbal, psicológica, física y/o a través de diferentes redes sociales.

Estos comportamientos negativos pueden, en ocasiones, suscitar personas inseguras, con cuadros de depresión o ansiedad y en casos extremos, niños y jóvenes que al no contar con la atención psicológica adecuada para afrontar esas situaciones recurren al suicidio.

Por otro lado, cabe mencionar que en muchos de los casos la violencia sufrida en las aulas, asociada a problemas emocionales, psicológicos y/o familiares, se ha convertido en un poderoso detonante que ha provocado tragedias como la ocurrida el pasado enero en Torreón, Coahuila; donde un niño de 11 años disparó a tres de sus compañeros así como a su docente para posteriormente suicidarse; este caso no ha sido el único en México ya que se han vivido situaciones parecidas en Monterrey, Morelos, la Ciudad de México, Puebla y Nuevo León.

Los tiroteos escolares, sobre todo en Estado Unidos, se han convertido en situaciones que suceden cada vez con una inquietante frecuencia, y han comenzado a dejar de manifestarse como accidentes aislados para transformarse en casos de estudio que no sólo afectan a las víctimas sino a la comunidad en general; es así como de acuerdo a información de la Rand Corporation: las masacres escolares en ocasiones provocan dolor, depresión, adicción, trastorno de estrés postraumático y sintomatología somática; lo que sin un tratamiento adecuado, estos problemas de salud mental pueden tener un amplio impacto negativo en la calidad de vida y el funcionamiento social, emocional y cognitivo.”

La escuela es probablemente una de las instituciones con mayor influencia en la vida de los niños y adolescentes, por lo que convertirla en un lugar donde la violencia acecha en cada salón, alumno o docente mina los cimientos del futuro. Hoy debemos trabajar para que los espacios educativos se conviertan en sitios seguros donde se puedan experimentar sentimientos positivos que impulsen a la niñez y juventud a elegir un mañana pacífico.

Recuperemos de las manos de la violencia a las instituciones educativas; reflexionemos sobre la forma en que pueden fomentar la lucha contra el crimen y las agresiones; rescatemos los valores como la inclusión, la tolerancia y la integridad; porque es justo en las escuelas donde hoy se encuentra gran parte de nuestro presente y futuro.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

*Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n