“Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.” Confucio
Desde hace un par de años, los jóvenes de entre 15 y 19 años de edad se han convertido en un segmento poblacional con amplio riesgo en cuanto al consumo de drogas, y en muchas ocasiones, incluso se ha identificado este lapso como uno de los más vulnerables para iniciar la ingesta de drogas licitas como el alcohol y el tabaco, pero también ilícitas como la cocaína, metanfetaminas, heroína y los inhalables.
Con el avance vertiginoso del uso de redes sociales y con su increíble capacidad de abarcar nuevos mercados, estas plataformas se han transformado en una pieza clave para llegar a los jóvenes y adolescentes, pero, ¿podrían ser canales claves que inciten a la compra y consumo? ¿podrían significar una renovación en el modelo de venta-compra de drogas? Su anonimato y la rapidez de entrega ¿han permitido un incremento en su uso ilícito?
Desafortunadamente, al tiempo que se aceleran los procesos, en cuanto a la creación de tecnología, también los narcotraficantes acondicionan sus modalidades y estrategias, incluso con la revolución digital su creatividad ha tenido que adaptarse, de acuerdo a información de la Administración de Control de Drogas (DEA), agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos; la cual a través de la campaña One pin can kill, emitió un documento en el que se identifican algunos de los emojis usados para la venta de drogas a través de aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Telegram o Line, entre otras.
La guía denominada Emoji Drug Code Decoded enlista los símbolos más comunes para adquirir oxicodona, xanax, Adderall, cocaína, metanfetaminas, heroína, marihuana, éxtasis y la forma en la que serán entregadas; es así como los delincuentes han encontrado una forma de no usar un lenguaje que demuestre actividad delincuencial, por lo que detectar la compra sería todavía más complicado para padres de familia e instituciones policiales.
Si bien los emojis fueron creados con la finalidad de reforzar una emoción o sentimiento o bien representar un evento o actividad, con el paso de los años se han convertido en un lenguaje en sí mismos, y las organizaciones criminales incluidos los traficantes de drogas han comenzado a utilizarlas para evitar sospechas y así agilizar las ventas a través del comercio electrónico.
Por otro lado, en el informe anual correspondiente al 2021 publicado el pasado 10 de marzo por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), ente independiente respaldado por la ONU, se afirma que las plataformas ofrecen nuevas oportunidades para comprar sustancias ilícitas y dan glamour a conductas negativas.
Este mismo análisis afirma que los medios sociales ofrecen a los consumidores la oportunidad de comprar en muchas plataformas cannabis, analgésicos sujetos a prescripción médica y otras sustancias fiscalizadas, y permiten que los delincuentes exploten muchas herramientas, como las monedas digitales, los pagos móviles y los servicios de monedero electrónico, que facilitan y agilizan la transferencia internacional de dinero y les permiten ocultar el origen de los fondos ilegales y maximizar las ganancias.
Aunque internet fue concebido como una red que brindaría un incremento en cuanto a las oportunidades en materia de información, comunicación y participación social, de forma lamentable también ha sido aprovechado como un medio por los delincuentes para promover la idealización del consumo de drogas con fines no médicos. Hoy es posible que incluso a través de una búsqueda rápida puedan ser encontrados sin dificultad vendedores que ofrecen cannabis, analgésicos sujetos a prescripción médica y otras sustancias fiscalizadas.
Es importante que se ponga especial atención a la relación entre la exposición de contenido y el incremento de consumo de drogas, ya que dicho vínculo podría incluso haberse visto reforzado por el confinamiento, lo que a su vez disparó los niveles de ansiedad y angustia entre la población.
La adolescencia es una de las etapas más significativas, por lo que procurar una especial atención es imprescindible, no solo por los jóvenes actuales sino por las generaciones que sucederán, ya que ellos se encontrarán mucho más inmersos en el mundo digital.