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Cinco extranjeros y una indonesia condenados a muerte por delitos de drogas serán ejecutados por pelotón de fusilamiento pese a las peticiones internacionales, indicaron el sábado las autoridades indonesias.
La última petición de la presidenta brasileña, Dilma Roussef, de que se eximiera a su compatriota, el ex piloto Marco Moreira, al igual que la del gobierno holandés por su ciudadano Ang Kiem Soei “no cambiarán o aplazarán la ejecución” del domingo, afirmó el portavoz del fiscal general Tony Spontana.
Los dos hombres están entre los cinco extranjeros condenados junto con una mujer indonesia de delitos de drogas entre 2000 y 2011, y sentenciados a muerte. Se enfrentarán a pelotones de fusilamiento en grupos de dos, en ejecuciones simultáneas celebradas en diferentes lugares.
Moreira, Kiem Soei y otros dos reos extranjeros —Namaona Denis de Malawi y el nigeriano Daniel Enemuo- fueron trasladados a celdas de aislamiento el sábado, al igual que la indonesia Rani Andriani, señaló Spontana. Se prepararon puntos de ejecución en la isla prisión de Nusakambangan, donde están encarcelados. La ejecución de otra mujer, Tran Thi Bich Hanh, de Vietnam, se realizará en Boyolali. Ambos lugares se encuentran en la provincia de Java Central.
El presidente Joko Widodo rechazó en diciembre las peticiones de clemencia. “Lo que hacemos va únicamente dirigido a proteger a nuestra nación del peligro de las drogas”, dijo el jueves a la prensa el fiscal general, Muhammad Prasetyo. “No hay excusa para los traficantes de drogas y, esperemos, eso tendrá un efecto disuasorio”.
El fiscal dijo que Widodo había rechazado la petición de Roussef de que se eximiera a Moreira, en una llamada telefónica. El presidente dijo a Roussef que no podía conmutar la pena porque todo el proceso judicial siguió la ley indonesia y Moreira había tenido un proceso adecuado, señaló Prasetyo.
Las ejecuciones no afectarían a las relaciones de Indonesia con esos países, señaló. El ministro holandés de Exteriores, Bert Koenders, dijo el viernes a la prensa que Kiem Soei, del que el gobierno indonesio había declarado que su nacionalidad no estaba clara, es un ciudadano holandés.
Koenders señaló que La Haya estaba haciendo todo lo que podía para evitar la ejecución.
Por su parte, Amnistía Internacional dijo que las ejecuciones previstas supondrían un revés para la promesa del nuevo gobierno de mejorar el respeto a los derechos humanos.
Indonesia tiene leyes antidroga muy estrictas, y a menudo ejecuta a contrabandistas. Más de 138 personas están en el corredor de la muerte, la mayoría por delitos de drogas. En torno a un tercio de ellos son extranjeros. vía AP