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Ante la flexibilización de mercados de gasolina y diésel, la Comisión Nacional de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) propuso a las autoridades hacendarias y energéticas realizar una revisión seria y objetiva de la fórmula empleada para la determinación del precio final de los combustibles, donde los impuestos representan casi un 40 por ciento.
En un comunicado, Daniel Vázquez Díaz, presidente de la Coparmex, indicó que si bien el precio estará sujeto a las condiciones de oferta y demanda, es previsible observar un aumento en el petróleo que más tarde se vea reflejado en los combustibles.
Agregó que son insumos básicos para la industria nacional con posibilidad de detonar en un incremento en los costos industriales y comerciales, que a su vez puedan impactar en los niveles inflacionarios del país.
Asimismo, llamó a considerar los elementos que actualmente impactan en el precio final: los derivados de las ineficiencias en la operación del Sistema Nacional de Refinación (SNR), los cuales operan a un 60% de su capacidad y se traducen en sobrecostos; el robo de combustibles, que según cifras oficiales alcanzan casi 28,000 millones de pesos anuales.
Luego de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobara el cronograma que da pie a un nuevo modelo de mercado en los combustibles durante 2017, la Coparmex reconoció que esta medida permitirá una sana competencia en términos de precios: calidad en los servicios; fomentar nuevas inversiones en los procesos de transporte, almacenamiento y comercialización de combustibles.
Además, aseguró que es un acierto la apertura de estas actividades a la participación del sector empresarial, pues contribuye a tener una infraestructura más sólida y mayor seguridad energética. A su vez, calificó adecuado que la liberalización se haga en forma gradual y ordenada por zonas específicas.KT