La respuesta en Quora

28 de Abril de 2024

Luis Alfredo Pérez

La respuesta en Quora

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Al contrario que Google, Facebook, Twitter y Wikipedia, Quora no es un servicio de internet al que baste mencionar para que todo mundo sepa de qué hablamos. Y cuando uno se entera de qué trata, es común reaccionar con sorna. Quora fue fundado en el 2009 por dos antiguos empleados de Facebook, que se plantearon crear un portal que agrupara todo tipo de Preguntas Frecuentes (FAQs) que la gente pudiera tener. Como ha sucedido con tantas start ups, la idea pronto mutó en algo diferente: un lugar donde las personas hacen preguntas y reciben respuestas. El acumulado de información que uno encuentra en este portal es tan caótico como puede ser maravilloso. Si Wikipedia ofrece el conocimiento de una enciclopedia, Quora ofrece, dividida por temas, una mezcla de opiniones, anécdotas personales, trivia pop y sabiduría popular. Claro que hay que escarbar. Buena parte de las discusiones son irrelevantes (“¿Qué está haciendo Britney Spears hoy en día?”). Otra parte está orientada a preguntas relacionadas con cómo volverse millonario lo antes posible (“¿Cuál es la mejor manera de invertir 4,000 dólares?”). Otra raya en lo pintoresco (“¿Cómo puedo ponerme en contacto con Banksy?”) Pero aquí y allá aparecen discusiones con elementos interesantes; por ejemplo, “¿Por qué la música pop china es tan terrible?” Junto a respuestas sin importancia, hay un puñado de reflexiones y conocimientos que muestran que la pregunta no es tan absurda como parece a primera vista. Valga un ejemplo personal para apreciar lo valioso de Quora. La semana pasada comencé a seguir la discusión “¿Cuál es el mayor logro de ingeniería de Apple?”, gracias a lo cual encontré respuesta a una pregunta que tenía desde hace años. Para explicar su obsesión por el diseño, Steve Jobs recordaba una y otra vez la tarde en que su padre le hizo notar que a un carpintero cualquiera no le importa la calidad de la madera que coloca en la parte posterior de un mueble, porque no será visible; y en cambio uno que se precie usará también ahí una pieza de madera hermosa. “Por que no importa que no se vea”, le dijo su padre, “él sabrá que está ahí.” Eso explica que Jobs exigiera que los circuitos de las primeras Macs fueron diseñados de manera estética –– y en el proceso volviera locos a los ingenieros, que no entendían la necesidad; y que durante una época se obsesionara con construir fábricas que fueran tan bellas como las computadoras que iban a producir. Durante mucho tiempo me pregunté si Jobs aceptó finalmente que ese nivel de exigencia era exagerado, o si le había permanecido fiel. Pues bien: un ingeniero escribió en Quora que la primera vez que vio por dentro un iPhone tardó en darse cuenta de cuáles eran los circuitos integrados flexibles (FPC). ¿Por qué? Porque estos son siempre, en todas las otras compañías y productos, de color naranja… … y los de Apple son negros. Mucho más elegantes. Esto que parece muy simple, continúa el ingeniero, es un engorro. Apple tuvo que encontrar una formulación de la poliamida que aceptara el colorante negro pero mantuviera las características dieléctricas. Luego tuvo que asegurarse de que la introducción del colorante no añadiera rigidez al FPC. Después asegurarse de que nuevo material aceptara los adhesivos utilizados para adherir componentes y las capas de refuerzo. Luego hacer pruebas de resistencia en laboratorio, encontrar un proveedor dispuesto a producirlo… etcétera, etcétera, etcétera. Todo esto en vez de simplemente usar los FPC color naranja. ¿Vale la pena tanto esfuerzo? En otra respuesta, otro ingeniero dice que los mayores logros de ingeniería de Apple no son visibles para el ojo no entrenado, y sin embargo cualquier usuario los percibe, sin ser consciente de qué se trata. Qué curioso, pensé: lo mismo que ocurre con el arte. www.librosllamanlibros.com Twitter: @luisalfredops