“La situación no ha mejorado mucho”

23 de Abril de 2024

“La situación no ha mejorado mucho”

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Ni las becas, el empleo a Jóvenes Construyendo el Futuro, el banco del Bienestar o los programas de salud, sirven de algo, por ahora, en Aguililla o en algún otro punto de Tierra Caliente

En la zona de conflicto michoacano, donde los cárteles se disputan el territorio y la población ha sido usada como trinchera y luego obligada a huir, los párrocos de las iglesias de las distintas comunidades han fungido como un auxilio urgente ante la ausencia del Estado y hasta mediadores de una paz temporal.

En Aguililla el Ejército no contiene la violencia. Foto: Cuartoscuro

Para el padre Gilberto Vergara García, párroco de Aguililla desde hace poco más de dos años, los programas sociales del gobierno federal no son una medida eficaz en donde la premura es otra. Así, ni las becas, el empleo a Jóvenes Construyendo el Futuro, el banco del Bienestar o los programas de salud, sirven de algo, por ahora, en Aguililla o en algún otro punto de Tierra Caliente.

“Son programas que intentan ayudar un poco, (pero) no son la solución y se ha dicho desde el principio porque nuestro problema principal es la violencia, que no podemos transitar libremente, que no llegan víveres. Precisamente tenemos un problema con el gas porque las gaseras se niegan rotundamente a surtir en aquellas localidades, entonces son cosas que no se han solucionado, sigue habiendo retenes, bloqueos y esto se ha extendido a municipios vecinos. La situación no ha mejorado mucho”, lamentó el sacerdote quien ha fungido, al igual que los párrocos en Coalcomán, en Tepalcatepec y Buenavista, entre otros, como mediadores en el conflicto armado que persiste en la región.

El obispo de Apatzingán llama a la paz Foto: Cuartoscuro.

El sacerdote Vergara reconoció en entrevista que el apoyo que han podido ofrecer los clérigos, y la Iglesia en conjunto a través de la Diócesis de Apatzingán, son insuficientes debido a que las verdaderas víctimas de la violencia se han visto obligadas a huir.

“Estas víctimas son muertos y por ellos no se puede hacer nada, familia de ellos. Al fin y al cabo –reconoció--, podremos decir que todos somos víctimas, pero los que han sufrido más en carne propia esta situación, con ellos a lo mejor se sigue, pues no ignorando o pasando por alto, no quiero decirlo así, pero como que no hay una solución para ellos”.

Ante el panorama, el párroco advirtió: “Mientras no se recobre la gobernabilidad, el libre tránsito pues lo demás ayuda, pero no soluciona y finalmente eso no nos toca a nosotros, le toca al gobierno, a las fuerzas castrenses no a nosotros, somos civiles; pero apoyarnos y estar al pendiente con los demás eso sí nos toca y ahí estamos. Finalmente, eso importa, estar ahí, estar con, estar para. Eso es lo que estamos haciendo”.