Barbarie y justicia

24 de Agosto de 2025

Barbarie y justicia

El caso del niño Fernandito, secuestrado y asesinado en Ixtapaluca porque su madre no pudo cubrir una deuda, no debe caer en el olvido como si fuera otro escándalo político sepultado por el siguiente

Memorial Fernandito

Memorial realizado por vecinos de la Colonia San Isidro en homenaje al niño Fernando, quien fue asesinado por tres personas presuntamente por una deuda económica que tenía su madre.

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FOTO: ROGELIO MORALES/CUARTOSCURO.COM

Memorial realizado por vecinos de la Colonia San Isidro en homenaje al niño Fernando, quien fue asesinado por tres personas presuntamente por una deuda económica que tenía su madre.
FOTO: ROGELIO MORALES/CUARTOSCURO.COM

El caso del niño Fernandito, secuestrado y asesinado en Ixtapaluca porque su madre no pudo cubrir una deuda de mil pesos a unos prestamistas, no debe caer en el olvido como si fuera otro escándalo político sepultado por el siguiente. Este asunto no solo es la prueba de fuego para una sociedad que corre el peligroso riesgo de perder su capacidad de asombro e indignación ante la barbarie, también exhibe una de las grandes fallas de la reforma judicial democratizadora. Cuando el Ministerio Público no funciona, y en este caso el MP no hizo su trabajo ni bien ni a tiempo, no importa que se tenga a los mejores jueces electos por el pueblo sabio, la justicia no llegará. Se ha repetido mucho y esta es la prueba: la reforma judicial no tocó un punto clave, el MP. Investigación de delitos, persecución y consignación de presuntos responsables y acopio de pruebas de calidad para el juez, son trabajo del Ministerio Público y sin ellos no hay condena. Mientras eso no se corrija de fondo, no habrá elección democrática que mejore la justicia en México.