Licitar con lupa (no con prisa)
Sin puertas cerradas ni versiones ocultas: el proceso para definir la Credencial para Votar 2026 se realiza con reglas claras, audiencias públicas y supervisión institucional. ¿Transparencia como garantía democrática?
El INE renovará la Credencial para Votar con un diseño más seguro, duradero y accesible.
/Foto: Cuartoscuro
La licitación internacional para la Credencial Para Votar 2026 arrancó con un estándar que inhibe las narrativas fáciles: Junta de Aclaraciones pública (7 de noviembre), repreguntas abiertas y continuación programada para atenderlas (10 de noviembre); todo grabado y disponible para consulta cuando termine el proceso y se asigne el contrato correspondiente. Y no fue un acto a puerta cerrada: Dirección Ejecutiva del Registro Federal Electoral (DERFE), Dirección Ejecutiva de Administración (DEA) y el Órgano Interno de Control (OIC) dieron seguimiento al cumplimiento normativo. Cuando las reglas se discuten a la vista de todos y quedan asentadas en evidencia audiovisual, las interpretaciones o especulaciones creativas pierden oxígeno. El mensaje es claro: competencia abierta, trazabilidad y auditoría posible en cada etapa. Así se cuida el documento de alta seguridad que millones usamos a diario para votar… y para vivir.