Liderazgo
La concentración convocada por la presidenta en el Zócalo dejó un mensaje claro: la 4T mostró fuerza interna y capacidad de movilización. Más allá de las críticas de la oposición, el evento reafirmó su liderazgo dentro de Morena.
En el Zócalo, Sheinbaum conmemoró los siete años de la 4T y destacó la continuidad del proyecto político, la justicia social y la defensa de la soberanía.
/Foto: Presidencia
La concentración del sábado convocada por la presidenta de México para celebrar el ascenso de la 4T fue una demostración de músculo político en toda la línea. La crítica de la oposición, natural y comprensible, no le resta significado a lo que se vio en el Zócalo: una multitud de militantes y simpatizantes que acudió al llamado de quien reconocen como la cabeza del movimiento que se hizo gobierno. Hay quienes dicen que el evento del sábado sí fue una respuesta a las críticas y manifestaciones opositoras de las últimas semanas, pero igual de importante que eso, también fue una afirmación del liderazgo hacia dentro de Morena, donde existe una cultura tribal que sus estatutos prohíben, y por lo mismo nunca han faltado los que se sienten con las credenciales y las redes para jugarle las contras a la presidenta.