Se escuchan pasos

¿Escucha eso? Son pasos en la azotea del Congreso capitalino y quien, sin duda los oye más fuerte es Christian Daza Rivera Melo, encargado del despacho de Comunicación Social, pues vive sus últimas horas en esa área y quizá en el congreso capitalino. Resulta que, tras la salida de su jefa, Donají Olvera, Daza Rivera Melo está a punto de quedar fuera, pero ni siquiera se debe a la salida de su jefa sino a sus propios pecados. A decir verdad, Christian Daza nunca debió estar en la posición, pues desde hace años lo persigue su mala fama, que es tan mala y tan justificada, que ya incluso hay registro de varias trabajadoras del Congreso que lo han denunciado por violencia y acoso laboral. A pesar de esos pésimos antecedentes, su vocación por el maltrato a las mujeres es ampliamente conocida, Daza fue cobijado primero y encubierto después, hasta donde pudo, por Donají, pero ese manto protector llegó a su fin, por lo que las apuestas indican que en breve, muy breve, ya no lo veremos más por el recinto de Donceles y Allende, ni por sus oficinas aledañas ahora que el área queda bajo la responsabilidad de Jorge Armando Rocha.