Vallarta, una apuesta arriesgada
El caso del recientemente liberado Israel Vallarta ha dado un giro ante la aparición pública de una de las personas que lo reconoció como secuestrador

Acusado en 2005 junto a Florence Cassez, el caso de Israel Vallarta evidenció violaciones al debido proceso.
/Foto: Cuartoscuro
El caso de Israel Vallarta, que alguien del sexenio pasado decidió revivir para tratar de explotar políticamente contra la opinión del fiscal Alejandro Gertz Manero, retoma tracción y no para bien. Ezequiel Elizalde, una de las víctimas que identificaron a Vallarta como responsable de su secuestro, reaparece y hace pública una carta sobre sus preocupaciones por la notoriedad y el trato de víctima revindicada, casi héroe con proyección política, que se le ha dado al personaje.
Aunque muchos perdieron el foco, el tema en el caso Vallarta no es el montaje a cargo de Genaro García Luna, porque ese ya quedó probado y juzgado, sino la condición de inocente o culpable de los delitos de secuestro, varios, de los que se le acusa. Vallarta no es un héroe y su credibilidad como víctima del sistema está en duda para mucha, mucha gente. Por algo Gertz Manero advirtió que la Fiscalía apelará la sentencia que lo liberó.