Las piernitas de Santiago
Es así, protagonista hasta que las cosas le salen bien, y cobarde en extremo, cuando se le complican
Menudo escándalo provocó Santiago Nieto, quien por revelaciones a la prensa sobre investigaciones judiciales en curso, fue cesado. Su caso, que corresponde al Senado procesar, provocó una polarización política, un nuevo descrédito de México y el exterior, y que se afectara la discusión sobre la Ley de Ingresos. Casi una semana después de ello, don Santiago se presentó en el programa Despierta con Carlos Loret, a quien sugirió que quien lo entrevistó, había tergiversado sus palabras. Primera noticia. Mucho se habría ahorrado todo mundo de haber aclarado aquello en su momento. Dicen los que lo conocen que don Santiago es así, protagonista hasta que las cosas le salen bien, y cobarde en extremo, cuando se le complican. Hace más de dos años, cuando hizo algo similar que afectó al entonces subsecretario de Gobernación, Arturo Escobar, casi, literalmente casi, lloraba con la exprocuradora Arely Gómez, porque no sabía cómo salir del enredo que su locuaz boca había causado. Ahora, observan los que saben, echar la culpa al mensajero huele más al miedo que le ha dado una denuncia penal que interpondrá Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex a quien afectó con sus declaraciones, por lo que hasta a la cárcel podría ir.