Mensaje desde Atlacomulco
Javier Duarte hizo caso omiso de los mensajes que le llegaban sobre la molestia en Los Pinos

El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, hizo caso omiso de los mensajes que le llegaban sobre la molestia en Los Pinos con su gestión, y presionó para que se nombrara como presidente del PRI estatal a su delfín para la gubernatura Alberto Silva. Don Alberto no tardó en meterse en problemas y desde el corazón del poder de Atlacomulco vino la respuesta. El líder del PRI le dijo a la prensa que pediría pruebas de embarazo para las candidatas a puestos de elección popular, lo que generó una polémica que lo llevó a decir que, en un descuido, había tenido un momento de ligereza y un error. Habló el martes con la Secretaria General del PRI, Carolina Monroy y dijo el miércoles que no habían platicado sobre el tema. El jueves le cayó la tormenta. Doña Carolina le exigió públicamente que ofreciera una disculpa a todas las mujeres del país por semejantes comentarios, a los que calificó que sólo los retrógrados podían atreverse a decirlos. Aplastado don Alberto, y arrasado don Javier, un gobernador en picada.