México ante los desplazados de la guerra

13 de Mayo de 2024

México ante los desplazados de la guerra

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Se prevé que disminuya la llegada de los ucranianos a México que quieren llegar a Estados Unidos, pero no así de los ciudadanos rusos que están en contra de la guerra

La crisis de refugiados desencadenada por la guerra ha dado pie a una serie de iniciativas impulsadas por los principales lugares de destino, en su mayoría países europeos como Polonia, Rumania, Hungría, Moldavia y Eslovaquia. Incluso por la misma Rusia.

La respuesta ha sido rápida. El 1 de marzo, tan sólo cinco días después de iniciada la invasión a Ucrania, el Parlamento Europeo activó la Directiva de Protección Temporal, que otorga a los refugiados de la guerra una especie de permiso de residencia, garantizando no sólo la seguridad de los desplazados, sino la oportunidad de trabajar, alojamiento y acceso a la asistencia social y médica.

Una medida similar fue adoptada por Rusia el 5 de marzo, cuando se simplificaron los procedimientos para el libre tránsito de personas con pasaportes emitidos en la región de Lugansk, Donetsk y el resto de Ucrania, brindándole a los migrantes casi los mismos beneficios que a los ciudadanos rusos, salvo derechos políticos.

Sin embargo, a medida que el conflicto se prolonga, la migración se ha trasladado a otros espacios extra regionales, sobre todo al continente americano, en donde la presencia de migrantes ucranianos es cada vez mayor. El principal destino: Estados Unidos.

El sueño americano

Como resultado de la invasión de Ucrania, en marzo, la patrulla fronteriza estadounidense registró un incremento del 1,104% en las detenciones de ucranianos en los límites con México, cifra que coincide con el aumento del 79% en el arribo de ucranianos vía aérea a México en el mismo mes.

El sorpresivo flujo migratorio y la rapidez de su transición hacia América, tomó desprevenidos a los gobiernos de México y Estados Unidos, que tardaron un mes en responder al anormal flujo migratorio.

México es un país de tránsito para miles de migrantes que persiguen el “sueño americano”, principalmente de población latinoamericana, de acuerdo con datos de Aduanas y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

Antes de 2022, los migrantes ucranianos ni siquiera figuraban entre las principales nacionalidades que desde México buscaban entrar al país de las barras y las estrellas. En abril, sin embargo, el número de ucranianos detenidos por las autoridades estadounidenses alcanzó una cifra récord de 20 mil 118 personas, un número jamás visto.

Como resultado de este exponencial incremento, la administración del presidente Joe Biden anunció el 21 de abril la introducción de un programa especial llamado Unidos por Ucrania, mediante el cual se favorece el procesamiento de solicitudes de refugio de los ucranianos desplazados por la guerra, fijando una cuota de hasta 100 mil asilados políticos, a quienes se les garantiza su seguridad y el disfrute de otros derechos como acceso a atención médica, posibilidad de empleo y alojamiento, en consonancia con los programas europeos.

La adopción de este programa también dio a México un respiro, pues de acuerdo con lo estipulado, los migrantes ucranianos ya no tienen que viajar hasta el país para solicitar refugio a Estados Unidos vía terrestre, sino que pueden hacerlo electrónicamente desde Europa y desde allí viajar directamente hacia su lugar de destino, sin tener que pasar por México.

“Las solicitudes de admisión a Estados Unidos deben realizarse conforme a los nuevos lineamientos y no de manera presencial en la frontera terrestre”, insistió el Gobierno mexicano en un comunicado emitido el 21 de abril, en una postura ampliamente criticada por la falta del gobierno de un apoyo claro y propio hacia Ucrania.

Y es que en México no se estableció un protocolo de acción propio, sino más bien uno coordinado con Estados Unidos, en línea con la postura del presidente.

La Presidencia de la República no descalificó la invasión a Rusia formalmente sino hasta el 9 de abril, manteniendo una postura incierta y tolerante hacia el gobierno de Vladimir Putin y refiriéndose al conflicto armado como una guerra entre pares.

›“Nosotros condenamos las invasiones y no estamos a favor de ninguna guerra. Nosotros queremos la paz. Pensamos que en esta lamentable guerra de Rusia y Ucrania falló la política (…) Tenemos que conseguir la paz para que nos siga el pueblo de Ucrania ni el pueblo de Rusia (…) sufriendo por esta irracionalidad”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en un video mensaje, sin mencionar a los desplazados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador no ha tomado una posición visiblemente a favor de la migración ucraniana, hecho que quedó constatado en su escueta participación en una cumbre organizada por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para abordar el problema, a la cual sólo envió el mensaje grabado ya referido.

A nivel internacional, la crítica hacia la postura mexicana ha sido ya descalificada por funcionarios estadounidenses, mientras que, en Rusia, al país se le considera incluso como un país amigo, sobre todo luego de que en el marco de la guerra el Congreso mexicano creó el grupo de amistad México-Rusia.

En las trincheras de la Comar

La falta de interés de presidencia, sin embargo, no significa que desde las autoridades migratorias no se hayan tomado acciones a favor de los refugiados de la guerra.

En coordinación con el gobierno estadounidense, el Instituto Nacional de Migración (Inami) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) establecieron campamentos en Tijuana y posteriormente en la Ciudad de México, apoyados por las autoridades locales, para auxiliar a los desplazados en lo que esperaban la aprobación de las autoridades estadounidenses.

México y los desplazados de la guerra
Migrantes de nacionalidad ucraniana desalojaron el campamento improvisado en la garita de San Ysidro para después cruzar en grupos a Estados Unidos por la garita de El Chaparral para solicitar asilo humanitario. Foto: Cuartoscuro

En entrevista exclusiva para ejecentral, el coordinador general de la Comar, Andrés Ramírez, reveló que durante las primeras semanas del conflicto, los desplazados de la guerra venían a México para solicitar su refugio a Estados Unidos, vía Cancún y la Ciudad de México, para luego trasladarse a Tijuana, en donde iniciaron su trámite con el apoyo de ONGs mexicanas, como la Diáspora Ucraniana, que ofrece cursos de español a los desplazados.

“Venían a México por que México no les exige visas”, explicó el funcionario.

Una vez iniciado su trámite, los migrantes fueron apoyados por el Instituto Nacional de Migración, autoridades locales y ONGs, quienes los ayudaron a trasladarse a albergues temporales, principalmente al Centro Deportivo Benito Juárez en Tijuana y al Santuario Migrante hasta que se diera solución a su solicitud.

“En total hubo más o menos alrededor de 17 mil ucranianos que pasaron a los Estados Unidos por Baja California, y de ellos más o menos 13 mil 500 pernoctaron en el Centro Deportivo Benito Juárez”, relató Ramírez.

Cuando el 25 de abril entró en vigor la famosa visa electrónica, el número de refugiados ucranianos en México empezó a descender “ya dejaron de venir a territorio mexicano”, relata el comisionado, por lo que una nueva estrategia se adoptó. Las autoridades mexicanas establecieron un puente aéreo desde Tijuana a la Ciudad de México para los migrantes que habían venido al país antes de la entrada en vigor de la política, y que aguardaban respuesta de las autoridades estadounidenses.

“Ahí los acomodaron en el albergue de Iztapalapa y en ese albergue en un momento dado llegaron unos 600 (refugiados) y de ahí se les fue ayudando para que se fueran a Estados Unidos, pero ya por vía aérea, ya nos los dejan entrar por vía terrestre, por eso se les mandó a la Ciudad de México, para que pudieran entrar por vía aérea”, explicó Ramírez.

De acuerdo con datos proporcionados por el funcionario, hasta el 26 de mayo en el Santuario Migrante en Tijuana aún permanecían 20 ucranianos, que serían enviados a la Ciudad de México para que desde allí se trasladen a Estados Unidos. Mientras que, en el albergue de Iztapalapa, restaban 80 migrantes.

El albergue en Iztapalapa tiene contemplado cerrar en junio, antes de su desmantelamiento se espera que todos los migrantes ya hayan viajado a Estados Unidos. “Ya va a cerrar, son muy pocos, son 80 (desplazados) aquí (en Iztapalapa), 20 en Tijuana, estamos hablando de un total de 100, esos se los echan rápido, en unos días tiene que cerrar (el albergue)”, adelantó Ramírez.

México, país de destino

México y los desplazados de la guerra
Un albergue con capacidad para recibir hasta 200 ucranianos fue instalado en el Deportivo Francisco I. Madero, en la alcaldía Iztapalapa. Al menos 80 personas refugiados provenientes de Ucrania y antes asiladas en Tijuana llegaron desde el lunes al albergue improvisado. Foto: Cuartoscuro

En 2021, México alcanzó un número récord de solicitudes de refugio registradas, 108 mil 195, motivadas sobre todo por peticiones de desplazados haitianos.

Al cierre de abril de 2022, el país ya registraba un nuevo pico, con 27% solicitudes más que las registradas durante el primer cuatrimestre de 2021, principalmente de venezolanos, hondureños y cubanos, según revela el coordinador de la Comar.

La política del gobierno de López Obrador de endurecer la vigilancia en la frontera Sur con la Guardia Nacional y detener el paso de caravanas migrantes, incluso mediante el uso de la fuerza, puede explicar el porqué de este incremento. Si bien para Andrés Ramírez es más bien un aumento paulatino, explicado por la transformación del país en un lugar de destino migratorio.

“Según nuestro análisis, México ya dejó de ser sólo un país de tránsito, creemos que, a partir del 2019, además de ser un país de tránsito México es ya un país de destino (…) México es un país de origen, de retorno, de tránsito y ahora ya también de destino”, detalló.

En cuanto a la solicitud de refugio por desplazados de la guerra, datos proporcionados por el funcionario revelan que el número de solicitudes de ciudadanos ucranianos y rusos incrementó este año 1,825% y 950%, respectivamente.

“En promedio anual, de 2013 al 2021, solamente cuatro ucranianos a nivel anual solicitaban refugio en México (…) y los rusos más o menos en promedio anual también era un número muy pequeño más o menos de 10 personas (…) Ahora este año, de enero al 15 de mayo ya tenemos 77 ucranianos, una cifra pequeña pero mayor en comparación y 105 rusos, que es mucho más grande también”, especificó el funcionario.

Cabe destacar que, entre los solicitantes rusos, el 30% de ellos tienen la nacionalidad ucraniana, en tanto que el 18% de los ucranianos tienen la nacionalidad rusa.

En comparación con los números registrados en Europa y Estados Unidos, el número de solicitantes de refugio en México por la guerra en Ucrania es considerablemente menor, pero es suficiente para poner un estrés en el saturado sistema migratorio.

Con cerca de 400 operadores de campo, entre propios y otros empleados por la ACNUR, la Comar necesitaría 190 empleados más para poder atender en condiciones óptimas el flujo migratorio en constante ascenso.

“Tenemos demasiada demanda y nuestra capacidad operativa realmente no aumenta mucho y nuestro presupuesto sigue siendo un presupuesto limitado, y por lo tanto nuestra capacidad es limitada”, reconoció Ramírez y añadió “nosotros lo que necesitamos es fortalecer nuestra capacidad operativa y para ello lo que necesitamos es más personal”, específicamente operativo “son plazas prácticamente baratas, pero que son gente que nos ofrece una gran ayuda”.

A pesar de los retos, la Comar se las arregla con lo que tiene. “Nosotros no acostumbramos a estar llorando. Nos ponemos a trabajar con lo que tenemos y hemos incrementado tremendamente nuestra eficiencia y productividad y hemos podido reducir nuestros tiempos de resolución con apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, sí hemos podido avanzar, pero siguen aumentando el flujo”, dijo.

La migración ucraniana en México posiblemente se desacelerará tras la política adoptada en Estados Unidos. En contraste la rusa, puede seguir registrando números en ascenso, ya que los inconformes con la guerra, como el diputado Viktor Kamenshchikov, han huido del país para solicitar refugio en Estados Unidos, tras la opresión del Kremlin.

México sin una estrategia propia, ha hecho frente a la problemática de manera exitosa, pero aun así necesita de mayor capacidad y una estrategia clara a medida que el conflicto se prolonga.

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