La histórica marcha del 8 de marzo de 2020, la jornada de “un día sin nosotras” y las protestas masivas contra los feminicidios —incluidas las que obligaron al gobierno a amurallar el Palacio Nacional— no se detallan en el libro “Historia del pueblo mexicano”, publicado por la Presidencia de la República y que incluye un capítulo específico sobre la causa feminista.
Sin explicar las razones del corte histórico, el apartado “El movimiento feminista mexicano. Las mujeres también tienen demandas” hace una revisión de la lucha de las mujeres desde 1970 y hasta 2018, el año en que comenzó la gestión presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien ha tenido varios desencuentros con el movimiento.
“Hoy día escuchamos mencionar cada vez más a las feministas, a las colectivas de jóvenes feministas y al movimiento feminista en su conjunto, a las que se acusa por realizar marchas multitudinarias a lo largo de la República, de ser destructoras, de que grafitean los monumentos por demandar seguridad. Ustedes se preguntarán ¿quiénes son?, ¿qué quieren?, y sobre todo, ¿de dónde vienen estas mujeres?”, plantea el texto de Ana Lau Jaiven, investigadora de la UAM Xochimilco.
Sin embargo, aunque esas formas de expresión se dieron durante el sexenio actual, no se menciona el aumento de la violencia y los delitos contra las mujeres, ni la forma en que el gobierno federal ha tratado de minimizar las movilizaciones.
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El dato. El libro de Presidencia cuestiona las recientes acciones por los derechos de la mujer y omite el aumento de la violencia.
Para la historiadora María de los Ángeles Magdaleno, las omisiones y los enfoques que resalta el libro de 302 páginas editado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) tienen que ver con motivaciones políticas e ideológicas.
“Todos los regímenes con características autoritarias quieren controlar la historia porque es condición de la conciencia política”, dijo la especialista, quien lamentó que los textos hayan sido escritos por personas del entorno de López Obrador, lo cual “es muy enajenante, porque sólo tienes a gente con mentalidades análogas que repiten las mismas ideas”.
Al afirmar que el texto de Ana Lau Jaiven omite a figuras relevantes del feminismo mexicano, tales como Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos o Elena Garro, Magdaleno señala que el texto destinado a distribuirse en el sistema de educación pública es congruente con el actual régimen: “no importa gobernar, lo que importa es ganar la batalla cultural a través de la ideología”.
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