A los gringos, donde les duela

14 de Julio de 2025

J. S Zolliker
J. S Zolliker

A los gringos, donde les duela

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La representatividad en Estados Unidos funciona bastante bien. Eso es algo que a los mexicanos ni siquiera se nos ocurre que pueda suceder; no forma parte de nuestra realidad político-social ni de nuestro imaginario, porque aquí ni nos pelan ni tenemos esa cultura ni le rinden cuentas a nadie. ¿Por qué? ¿Por incivilizados?

El asunto parece ser más simple: allá sí rinden cuentas porque los representantes todos, en especial los legisladores, pueden ser reelectos. ¿Y quién de los que se dedica a la política no quiere seguir viviendo del presupuesto, ganar muy bien y mantener poder y una posición social respetada? Por eso, a los representantes de Estados Unidos de Norteamérica les importa mucho su reputación y, por eso, se convierten en reales servidores públicos que escuchan y representan al pueblo que los (re)elige.

Luego entonces, todos quieren ser representantes y, por ello, si no trabajan representando a sus electores, con mucha facilidad pueden perder su carrera completa y aparte caer en el descrédito si la gente les escribe cartas y correos, y ellos no hacen lo que la mayoría les pide, como votar una ley a favor o en contra. Lo mismo sucede si la gente pierde trabajos en su distrito debido a la falta de intervención de su parte para obtener fondos federales para salvar una gran fábrica, o servicios médicos o ejemplos similares.

Por eso, necesitamos los mexicanos ser muy inteligentes y conseguir que ellos mismos, los representantes del pueblo norteamericano, sean los que defiendan a nuestros connacionales que residen en Estados Unidos. ¿Cómo? Pues pegándole a los gringos donde más les duele: el dinero.

¿Les parece muy complejo enfrentarse al Goliat? No lo es tanto cuando conocemos este importante dato: los mexicanos fuimos el primer lugar de ingreso turístico y derrama económica de Estados Unidos durante 2016 y hemos sido el segundo lugar del mundo entero visitando ese país (después de Canadá), en la última década. Eso es un raudal de billetes verdes y empleos en los sectores turísticos y de servicios, al grado de que se trata de dos de las cinco industrias más importantes a nivel nacional de nuestros vecinos del norte.

Luego entonces, si se les cae ese ingreso de mexicanos, ya verán cómo aprietan los empleados a los empresarios, y ambos a sus representantes. Porque les repito: es donde más les duele. Sólo imaginen a Las Vegas sin mexicanos jugando y gastando. Los hoteleros ejercerían una presión brutal. Imaginen a San Antonio o a Miami sin compras de mexicanos. Y así sucesivamente. En menos de un año, la presión del pueblo sobre sus representantes y gobernadores y éstos sobre Trump, podrían generar un importante cambio en sus políticas migratorias y en la forma en que nos tratan a nosotros y nuestros paisanos.

Si no actuamos, no nos quejemos después por tratos arbitrarios y deportaciones masivas, porque hoy podemos hacer gran diferencia con medidas concretas, y si además viajamos dentro de México en los siguientes meses, con ello fortaleceríamos nuestra economía interna (que buena falta nos hace). Sí, yo entiendo que es complicado para algunos sacrificar sus viajes y comprometerse a las acciones directas, pero ésta es una de alto impacto y que no se queda en el “activismo de sillón”. Hoy está en nuestras manos y ciudadanía solidaria generar el cambio que merecemos sin depender de los errores que pueda cometer nuestro gobierno. Compartamos esta idea. Busquemos similares y abramos los brazos a la gente que nos manden de allá, que son cuando menos, en su gran mayoría, gente sumamente trabajadora y capaz.

@Zolliker

J.S. Zolliker le roba a la realidad una licencia para novelar diversas situaciones, muchas veces cómicas y otras tantas agrias, violentas y crudas.