Cónclave en el Vaticano: ¿Desde cuándo se usa la fumata blanca en la elección de un nuevo papa?
Tras la elección del nuevo papa, se informará quién es el sucesor de Francisco con la frase ya conocida: “Habemus papam”
Semana clave en el Vaticano para la elección del nuevo papa
/Dimitar Dilkoff/ AFP
Todas las miradas del mundo están puestas en el Vaticano esta semana, ante la elección de un nuevo papa.
Esta elección se anuncia al mundo mediante la tradicional fumata blanca.
El humo blanco se produce al quemar las papeletas de votación combinadas con sustancias químicas especiales en una estufa instalada dentro de la Capilla Sixtina.
¿Qué significa el humo blanco en la elección del papa?
El humo banco indica un consenso entre los cardenales electores, mientras que cuando no se logra un acuerdo se genera humo negro al quemar los votos, y el proceso de votación continúa.
La tradición del humo en el proceso de selección del papa nació con el objetivo de informar claramente a los fieles que se encuentran fuera del Vaticano el estatus de las votaciones papales. Esta práctica tiene su origen en el siglo XIII, cuando durante el Concilio de Lyon, el papa Gregorio X estableció la bula Ubi periculum, documento que establecía nuevas normas para los cónclaves.
Luego de todas las votaciones, el cardenal decano consulta al candidato elegido si acepta asumir el cargo de Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y bajo qué nombre desea ser conocido.
Tras la elección de un nuevo papa, el anuncio oficial se realiza desde la logia central de la basílica de San Pedro.
¿Cómo se anunciará al nuevo papa?
Desde el balcón, el protodiácono del Colegio de Cardenales, actualmente el cardenal Dominique Mamberti, pronunciará la fórmula tradicional “Habemus papam”, que en latín significa “tenemos papa”.
Entonces, se informa al público sobre el nombre de nacimiento del nuevo pontífice y el nombre que escogió para su pontificado.
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Los 133 cardenales ya están en cónclave en el Vaticano
Los 133 cardenales electores del próximo cónclave ya llegaron a Roma para elegir al sucesor del papa Francisco y definir el futuro de la Iglesia de mil 400 millones de católicos.
Los llamados “príncipes de la Iglesia” se encerrarán a partir del miércoles en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo pontífice en una votación incierta y sin claros favoritos.
Francisco creó la mayoría de los cardenalatos que votan ahora a su sucesor, muchos vienen de la “periferia” del mundo, lejos de Europa e históricamente marginada por la Iglesia en Roma.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó el lunes que todos los electores estaban ya en Italia para votar a puerta cerrada en la Capilla Sixtina a partir del miércoles de tarde hasta que un candidato tenga una mayoría de dos tercios.
Mientras, decenas de miles de personas en la plaza San Pedro y millones por televisión mantendrán la mirada fija en la pequeña chimenea instalada en el techo del majestuoso edificio a la espera de noticias.
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Con información de AFP
