Omar García Harfuch encabeza Mesa de Paz en Chiapas: Qué son y cómo funcionan

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, encabezó este martes una Mesa de Paz en el estado de Chiapas. El funcionario federal acudió por instrucciones directas de la presidenta Claudia Sheinbaum para coordinar acciones con el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y todos los mandos de seguridad en la entidad.

Esta reunión forma parte de la estrategia de seguridad del gobierno federal, que busca establecer una coordinación directa entre las instituciones federales, estatales y municipales. Las Mesas de Paz operan como mecanismos de alineación táctica para combatir la delincuencia de manera conjunta.

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Omar García Harfuch encabeza Mesa de Paz en Chiapas

Por encargo de la presidenta Sheinbaum, el secretario Omar García Harfuch presidió la reunión de seguridad en Chiapas. Durante la sesión, se reunió con el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y los principales mandos operativos de la entidad, incluyendo representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado y Secretaría de Seguridad estatal.

Harfuch destacó la “extraordinaria coordinación” con el gobierno estatal y reconoció el fortalecimiento de la Policía Estatal y la Fiscalía durante la administración de Eduardo Ramírez Aguilar. El gobernador, por su parte, agradeció el respaldo del funcionario federal y la confianza de la presidenta Sheinbaum para trabajar de manera coordinada.

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Cómo funcionan las Mesas de Paz que coordina Harfuch

Las Mesas de Paz son reuniones operativas diseñadas para crear un mando unificado de seguridad. Su funcionamiento se basa en tres componentes principales:

• Coordinación de mandos: Reúnen en un mismo espacio a los comandantes militares, navales, de la Guardia Nacional, junto con el fiscal general estatal, el secretario de seguridad local y autoridades judiciales. Esto elimina duplicidades y mejora la comunicación.
• Planificación conjunta: Permiten diseñar operativos de seguridad donde cada institución conoce su rol específico, compartiendo inteligencia y recursos para objetivos comunes.
• Seguimiento de resultados: Establecen mecanismos para evaluar el impacto de las acciones implementadas, midiendo indicadores de incidencia delictiva y ajustando estrategias según sea necesario.
• El modelo implementado en Chiapas servirá como referencia para otras entidades, particularmente para los siete estados que serán prioritarios en la estrategia de seguridad para 2026.

Para qué sirven las Mesas de Paz y el estado de seguridad en Chiapas

Las Mesas de Paz buscan crear una respuesta integral y coordinada ante los desafíos de seguridad. En el caso específico de Chiapas, las autoridades han reportado avances significativos. Tanto Harfuch como el gobernador Escandón coincidieron en que la coordinación ha generado una “incidencia delictiva a la baja” y “avances contundentes en el combate a la delincuencia”. Según declaraciones oficiales, este mecanismo ha permitido que las familias en Chiapas “se sientan seguras y protegidas” gracias al trabajo conjunto entre instituciones.

La estrategia cobrará mayor relevancia a partir de 2026, cuando el Gabinete de Seguridad federal, encabezado por Harfuch, inicie visitas directas a los estados con mayores problemas de inseguridad, priorizando aquellos que concentran el 51% de los homicidios dolosos del país.

La intervención directa de Omar García Harfuch en Chiapas marca la implementación concreta de la estrategia de seguridad del gobierno federal. Las Mesas de Paz, bajo su coordinación, representan un esfuerzo por establecer protocolos de acción unificados entre todas las instituciones con capacidades operativas en el territorio. El caso chiapaneco sirve como primer modelo de esta coordinación extrema que busca replicarse en otras regiones.

El verdadero impacto de este mecanismo se verá en su capacidad para sostenerse en el tiempo y replicarse en entidades con mayores retos de seguridad. La promesa de descentralizar el Gabinete de Seguridad en 2026, llevando a Harfuch y su equipo a trabajar directamente en los siete estados más violentos, será la prueba definitiva de si este modelo de coordinación puede traducirse en reducciones sostenidas de la violencia a nivel nacional. DJ

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