¿Qué es mejor, una estufa de gas o una eléctrica? Estudio revela cuáles son los riesgos y desventajas para la salud y medio ambiente
El cambio es especialmente beneficioso en hogares pequeños, zonas rurales y comunidades vulneradas
Estufa eléctrica
/Foto: Canva
Un nuevo estudio de la Universidad de Stanford reveló que cambiar las cocinas de gas por eléctricas puede reducir la exposición al dióxido de nitrógeno (NO₂) —un contaminante dañino para los pulmones y el corazón— en más del 25%. Este hallazgo no solo confirma los riesgos ocultos de cocinar con gas, sino que también señala que la transición a electrodomésticos eléctricos es una de las medidas más directas y accesibles para mejorar la calidad del aire dentro del hogar.
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¿Por qué importa esta información para las familias?
Cocinar es una actividad cotidiana, pero hacerlo con gas implica combustión dentro del hogar, lo que libera contaminantes como NO₂ y benceno, este último reconocido como cancerígeno. El estudio, publicado el 2 de diciembre en PNAS Nexus, encontró que las personas que cocinan con gas pueden respirar en su propia cocina niveles de NO₂ similares a los registrados cerca de avenidas con alto tráfico o zonas industriales.
Esto se traduce en riesgos concretos:
- Aumento de síntomas respiratorios en niños y adultos.
- Mayor probabilidad de crisis asmáticas.
- Riesgo más elevado de EPOC, partos prematuros y ciertos tipos de cáncer.
- Agravamiento de enfermedades cardiovasculares.
Rob Jackson, investigador de Stanford, destaca que muchas personas creen que el aire dentro de casa es más limpio que el exterior, cuando en realidad la cocina puede ser la principal fuente de exposición a contaminantes peligrosos.
¿A quién afecta más la contaminación interior por gas?
La investigación ydetectó poblaciones especialmente expuestas:
- Hogares pequeños, donde el humo y los gases se concentran rápido.
- Zonas rurales, donde la ventilación es limitada y se usan más aparatos a gas.
- Comunidades vulneradas (latinas, afroamericanas e indígenas), que suelen vivir en viviendas con menos acceso a sistemas de ventilación adecuados.
En estos hogares, los picos de exposición pueden superar los niveles considerados seguros, incluso cuando el aire exterior es relativamente limpio. Los momentos más críticos ocurren durante la cocción, con exposiciones que duran horas.
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¿Cómo beneficia cambiar a cocinas eléctricas o de inducción?
Optar por alternativas eléctricas tiene efectos positivos inmediatos:
- Menos contaminación dentro del hogar: Al no haber combustión, no se libera NO₂ ni benceno. Esto es especialmente útil para familias con niños, adultos mayores o personas con enfermedades respiratorias.
- Reducción del riesgo de asma y enfermedades respiratorias: Disminuir el NO₂ en interiores puede ayudar a reducir las crisis asmáticas y otras afecciones respiratorias relacionadas.
- Mayor seguridad: Las cocinas eléctricas eliminan el riesgo de fugas de gas, incendios por escape y explosiones.
- Tecnología más accesibles: Hoy existen opciones económicas
- Hervidores eléctricos, ollas de cocción lenta y otros electrodomésticos que reducen el uso del fogón.
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Un cambio pequeño con un impacto grande
Cambiar una estufa puede parecer un gesto simple, pero en términos de salud pública es una acción poderosa:
- Reduce la exposición a contaminantes peligrosos.
- Protege la salud de las personas más vulnerables.
- Mejora la calidad del aire donde más importa: dentro de casa.
Para millones de personas, especialmente quienes viven en hogares pequeños o con poca ventilación, la cocina eléctrica no es solo una opción moderna: es una herramienta para respirar mejor y vivir más seguro.
YF