Tlalnepantla destaca reducción delictiva de 30% gracias a estrategia integral de seguridad

Tras recibir un cuerpo policiaco que, según autoridades locales, generaba temor y desconfianza entre la población, el Gobierno de Tlalnepantla emprendió una de sus apuestas más ambiciosas: abatir la inseguridad y recuperar la credibilidad en la corporación municipal. El alcalde Raciel Pérez Cruz explicó que, al inicio de su administración, enfrentó el reto de transformar una policía cuestionada en un eje central para la construcción de paz.

La estrategia, dijo, descansa en cinco pilares:

• Proximidad social
• Inteligencia operativa
• Prevención de violencias
• Intervención territorial coordinada
• Depuración interna.

Esta ruta, aseguró, se diseñó “desde el territorio y para el territorio”, considerando variables como niveles de riesgo, densidad poblacional, dinámicas comunitarias y patrones delictivos. Con ello —añadió— fue posible focalizar recursos y establecer presencia policial en zonas prioritarias.

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Cifras en delitos de alto impacto

De acuerdo con cifras municipales, la implementación de esta estrategia se refleja en una disminución general del 30% en los delitos de alto impacto respecto al mismo periodo de 2024. Entre las reducciones más relevantes se encuentran un 33% menos en feminicidios; 29% en homicidios dolosos; 15% en lesiones dolosas; 58% en robos a casa habitación; 26% en robos a transeúnte; 28% en robos a transporte de carga, y 40% en robo de vehículos.

Autoridades locales atribuyen estos resultados al reforzamiento del trabajo operativo. Tan sólo en este periodo, 778 presuntos responsables de delitos graves —principalmente relacionados con portación ilegal de armas y robo de vehículos— fueron puestos a disposición del Ministerio Público. Además, 1,780 infractores fueron remitidos ante el juez cívico.

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Depuración policial en Tlanepantla

Uno de los componentes más sensibles de la estrategia de seguridad ha sido la depuración del cuerpo policiaco. Pérez Cruz señaló que se identificaron conductas indebidas y abusos de poder entre mandos y elementos, lo que volvía indispensable limpiar y profesionalizar a la corporación.

Durante el primer año de gobierno se abrieron 610 expedientes derivados de denuncias, quejas e incidencias ciudadanas. La Comisión de Honor y Justicia inició 81 expedientes formales y arrancó 35 procedimientos administrativos, de los cuales 12 ya cuentan con resoluciones. En paralelo, 100 elementos fueron dados de baja como parte del proceso de depuración.

El fortalecimiento del control interno —señala la administración— busca no sólo investigar irregularidades, sino prevenirlas mediante supervisión constante y mayor rendición de cuentas al interior de la corporación.

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Profesionalización y equipamiento: más formación, más unidades

El gobierno municipal sostiene que depurar no es suficiente si no se acompaña de un proceso continuo de profesionalización. Por ello, 200 policías fueron capacitados en Competencias Básicas de la Función Policial y 300 en el llenado del Informe Policial Homologado (IPH) y el Registro Nacional de Detenciones (RND).

Como parte del proceso para obtener la Licencia Oficial Colectiva para portación de armas, se aplicaron 1,215 exámenes psicológicos y toxicológicos, con una inversión superior a 1.4 millones de pesos.

A ello se suma la renovación del parque vehicular con 160 unidades y 20 motocicletas equipadas conforme a estándares operativos. Asimismo, se entregaron 2,500 uniformes a 1,241 elementos, lo que forma parte de una inversión total que supera los 220 millones de pesos.