Comprobado: Pável es un acosador

2 de Octubre de 2025

Dolia Estévez
Dolia Estévez

Comprobado: Pável es un acosador

Dolia Estévez

El Comité de Ética de la Secretaría de Relaciones Exteriores determinó que todas las denuncias de acosador y abusador interpuestas por empleados y exempleados contra el Cónsul General en Colorado Pável Meléndez Cruz, son ciertas. En oficio que obra en mi poder, el órgano resolvió hace dos semanas que, “derivado de la valoración de cada uno de los elementos de prueba obtenidos en el presente proceso de investigación (pruebas testimoniales)”, el morenista incurrió en diez graves violaciones al Código de Ética de la Administración Pública Federal y al Código de Conducta Institucional, consistentes en:

  • Excluir la participación de consulados móviles y en jornadas sabatinas al personal; favoreciendo únicamente a sus allegados;
  • Insinuar situaciones sentimentales entre las personas que colaboran al interior del Consulado;
  • Cambiar de actividades al personal, en varias ocasiones como castigo;
  • Instruir al personal de seguridad vigilar los movimientos del personal;
  • Realizar acciones con el propósito de retener y dificultar el pago de las gratificaciones y honorarios;
  • Realizar comentarios violentos y discriminatorios, a través de estereotipos de género;
  • Emitir comentarios desagradables, hirientes y machistas, burlándose del físico de las personas denunciantes;
  • Otorgar preferencias a las personas colaboradoras pertenecientes a su “equipo de trabajo";
  • Realizar reuniones mensuales plagadas de manifestaciones personales y subjetivas, amenazas e intimidaciones sobre la no renovación de los contratos, el horario de comida y la jornada laboral;
  • Exigir lealtad a sus allegados, para que lo mantengan informado de lo que sucede en el Consulado”.
Pável Meléndez Cruz
Cónsul General en Colorado, Pável Meléndez Cruz. / Foto: Cuartoscuro

El comité recomendó al denunciado actuar en apego a los principios éticos establecidos y al jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco, “dar seguimiento a las constantes problemáticas” en el consulado en Denver. Velasco no respondió a mi pregunta vía WhatsApp de si iban a despedir a Meléndez. Entre 2024 y 2025, el comité recibió una decena de denuncias y quejas acusando a Meléndez de gritos, amenazas relacionadas con la renovación de contratos, malos tratos, acoso laboral, hostigamiento, acoso sexual, violencia de género, discriminación, conductas de nepotismo y conflicto de interés. Veinte y cinco de esos empleados locales, conocidos como Prestadores de Servicios Profesionales Independientes, más siete miembros del Servicio Exterior Mexicano, se han ido desde que Pável fue nombrado cónsul por López Obrador hace dos años y medio. Las bajas de lo que representa dos tercios del personal las ha cubierto con allegados que ha traído de México. En ningún consulado hay tanta rotación.

La afiliación partidista de Meléndez, en violación del Artículo 41 de la Ley del SEM que estipula neutralidad política, no fue abordada por el comité pese a su actuación y discurso público que constatan que más que un cónsul es un activista cuatrotero que desprecia a los miembros del SEM por “güeritos”, a diferencia de él que es un “soldado de la 4T” que “viene del México profundo”. A principios de mes, encontró pretexto para viajar a México para asistir a la inauguración de los nuevos ministros morenistas de la Suprema Corte, posteando fotos en Facebook con “mi querida #PresidentA”, “mi amigo Srio. Ebrard”, la ministra Lenia Batres y otros iluminados de la 4T. Fue el único cónsul que asistió al jolgorio morenista.

Hombre de filias y fobias, Meléndez achaca las denuncias a una campaña de “desprestigio y calumnias” de personas que “no quieren a la 4T” y de periodistas “gatilleros” que se dedican a la “infodemia”, diatriba que ha quedado exhibida y desmentida por el aval de veracidad de cada una las acusaciones en su contra. Tras describir a Pável “como gente de nuestro movimiento”, una reportera afín al régimen que religiosamente asiste a la mañanera pidió a Claudia Sheinbaum intervenir para defender a Meléndez de “ataques mediáticos sistemáticos”. La presidenta respondió no saber nada sobre el caso, ofreciendo pedir a la cancillería “ver qué está pasando”. En cualquier país democrático, el demoledor señalamiento del Comité de Ética hubiera sido más que suficiente para destituirlo, pero en México no pasa nada. A lo sumo le llamarán la atención en privado para no hacer aguas. El gobierno de Sheinbaum no parece tener voluntad política para limpiar el tiradero tóxico de la fauna cuatrotera en los consulados pese a la retórica de que son la primera línea de defensa de los connacionales.

@DoliaEstevez