El poder de la aprobación

17 de Septiembre de 2025

Julieta Mendoza
Julieta Mendoza
Profesional en comunicación con más de 20 años de experiencia. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM y tiene dos maestrías en Comunicación Política y Pública y en Educación Sistémica. Ha trabajado como conductora, redactora, reportera y comentarista en medios como el Senado de la República y la Secretaría de Educación Pública. Durante 17 años, condujo el noticiero “Antena Radio” en el IMER. Actualmente, también enseña en la Universidad Panamericana y ofrece asesoría en voz e imagen a diversos profesionales.

El poder de la aprobación

Julieta Mendoza - columna

Apenas un día después de rendir su Primer Informe de Gobierno, Claudia Sheinbaum se encuentra en una posición relevante: su popularidad entre la ciudadanía permanece fuerte, un respaldo que no solo le otorga legitimidad, sino oxígeno político para encarar el próximo tramo de su mandato.

Las cifras lo confirman. Según la encuesta de El Financiero realizada en agosto, su aprobación se sitúa en 74 por ciento, mientras que su desaprobación llega al 26 por ciento, una cifra notablemente favorable, especialmente considerando que supera en siete puntos el nivel que alcanzó Ándres Manue López Obrador en su onceavo mes en el cargo de 67 por ciento. (El Financiero).

Incluso hay estudios que elevan ese respaldo: la firma Enkoll para El País y W Radio registró un impresionante 79 por ciento de aprobación. Otro muestreo, de Mitofsky para El Economista, da un 71.4 por ciento de aprobación, señalando que el 93 por ciento de los mexicanos desea que le vaya bien a la presidenta y que el 65.8 por ciento, considera que el país está mejor que cuando comenzó su mandato (Mitofsky.mxinfobae).

Aunque los rangos varían, el consenso es claro: Claudia Sheinbaum goza de amplia aprobación nacional. Según Enkoll, este respaldo no es un fenómeno reciente; en diciembre de 2024 era del 76 por ciento, alcanzó un pico del 83 por ciento en mayo y se mantiene sólido con el casi 79 por ciento actual. La continuidad de esta aceptación es un indicio de estabilidad política también, pues se mantiene incluso entre quienes no votaron por ella.

Entre los factores que explican este alto respaldo está, de manera prominente, el tema social: los programas que acercan apoyos a la población altamente vulnerable son vistos como un motor positivo de su gobierno. Esto se refleja incluso entre segmentos críticos; muchos reconocen avances sociales aunque demanden avances en seguridad y economía.

Los altibajos perceptibles en evaluaciones por rubros también aportan claridad. Según El Financiero, el manejo de la economía tiene 58 por ciento, de opiniones favorables y 38 por ciento desfavorables. En seguridad pública, solo 41 por ciento lo aprueba frente a un 54 por ciento que lo critica.

La corrupción muestra aprobación desde apenas 21 por ciento, con 73 por ciento en percepción negativa, el peor registro en el sexenio. En contraste, los apoyos sociales registran 77 por ciento de aprobación: el rubro mejor evaluado. Estos contrastes explican por qué su respaldo general se sostiene: los programas sociales son vistos como un fuerte anclaje emocional que compensa las deficiencias en otros ámbitos.

El entusiasmo es real, pero no desprovisto de tensión. La inseguridad sigue encabezanado las preocupaciones ciudadanas: Enkoll muestra que la mayoría ve la delincuencia como el principal problema nacional. Mitofsky revela que el 45.9 por ciento de los consultados señala la inseguridad como el desafío más urgente a enfrentar. Aunque el respaldo sigue alto, la confianza en atributos como honestidad, liderazgo y capacidad de resultados ha disminuido desde febrero, cuando estaba cerca de niveles récord (83 %, 82 % y 78 %, respectivamente), hasta caer entre 21 y 23 puntos.

En otro frente, la estabilidad de las cifras aún debe enfrentar la prueba del tiempo: incentivar la economía, contener la inseguridad y mejorar la percepción en esos rubros será clave para mantener (o elevar) esa recepción positiva. La comparación con niveles de aprobación de AMLO es inevitable, pero el verdadero desafío para Sheinbaum será demostrar que este ánimo general se traduce en resultados concretos, y no se desvanece frente a la presión social y los nexos económicos y de seguridad que demandan soluciones urgentes.

Así llega Claudia Sheimbum a su primer informe de gobierno.