México 2027: entre el narco, la impunidad y la última oportunidad

28 de Julio de 2025

Juan Pablo Beltrán
Juan Pablo Beltrán

México 2027: entre el narco, la impunidad y la última oportunidad

Juan Pablo Beltrán-

En el México de hoy, la violencia y la corrupción no son solo heridas abiertas: son parte estructural del sistema. El caso del exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, prófugo con ficha roja de Interpol por liderar una célula del CJNG, desnuda de forma brutal la infiltración del crimen organizado en las entrañas del poder. Nombrado por Adán Augusto López cuando era gobernador, Bermúdez fue identificado desde 2021 por el Ejército como operador criminal. Aun así, se mantuvo en su cargo. Las evidencias muestran que coordinaba directamente con delincuentes y encabezó una guerra que sembró caos en Tabasco. El silencio de Morena ante estos hechos es atronador. La presidenta Sheinbaum, sin otra opción, pidió a Adán que diera su versión. La misma narcopolítica que antes se denunciaba, hoy habita en Palacio.

Mientras tanto, figuras clave de Morena como Ricardo Monreal y Andy López Beltrán se ausentan del Consejo Nacional del partido. ¿La razón? Fiestas en Madrid. En lugar de estar presentes en uno de los momentos políticos más críticos del sexenio, eligieron celebrar en el extranjero. El mensaje es claro: mientras el país sangra, las élites morenistas se sienten intocables. A esto se suma la posible cooperación de Ovidio Guzmán con la justicia estadounidense, lo que podría revelar vínculos entre el narco y políticos mexicanos o incluso estadounidenses. Si Ovidio habla, puede sacudir estructuras enteras. Lo que antes eran rumores podría convertirse en pruebas documentadas. Y si algo nos ha enseñado esta administración es que el crimen no solo convive con el poder… en algunos casos, lo dirige.

Pero la violencia no se limita a los titulares judiciales. En Sinaloa, la guerra interna entre facciones del Cártel de Sinaloa ha dejado más de 1,400 asesinatos y casi 2,000 desaparecidos en apenas nueve meses. Culiacán vive bajo toques de queda informales y muchas zonas del estado están fuera del control institucional. En 2024, México rompió récord de desapariciones con 13,106 casos; en 2025, la cifra diaria ya supera los 40 desaparecidos por día. Es un país en guerra, aunque el gobierno insista en negarlo.

Y mientras tanto, padres de familia imploran medicamentos para sus hijos con cáncer. No hay quimioterapias, no hay respuesta oficial, no hay vergüenza. La 4T prometió erradicar el desabasto, pero año con año se repite el mismo drama: madres exigiendo asparaginasa, vincristina, ciclofosfamida… y el Estado ausente. Lo esencial se ha vuelto imposible. Un país que no puede curar a sus niños, pero gasta miles de millones en trenes sin pasajeros, no tiene autoridad moral.

El remate llegó en junio de 2025, con la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Solo votó el 13% del padrón y todos los ganadores coincidieron con los “acordeones” distribuidos por Morena. No fue una elección democrática: fue una toma del Poder Judicial disfrazada de reforma. La Corte, el Tribunal Electoral y la nueva estructura disciplinaria quedaron bajo control del régimen. Hoy México es el único país donde todos los jueces son electos por voto popular… sin que nadie los conozca. Lo que se prometió como democratización terminó siendo el zarpazo final a la división de poderes.

Frente a este panorama, 2027 se vuelve un punto de quiebre. No podemos normalizar la barbarie, la corrupción ni el autoritarismo. No se trata de volver al pasado, sino de frenar una caída institucional que pone en riesgo nuestra democracia. Que el dolor, la rabia y el hartazgo se conviertan en voto. Que la indignación se transforme en organización. El país está en juego. Y la cita es ineludible.

México no necesita mártires. Necesita ciudadanos despiertos. El 2027 puede ser el año del rescate o del colapso. Que nadie se quede fuera.