Ministros de culto Vs ministros de la Corte

9 de Septiembre de 2025

Oscar Moha
Oscar Moha

Ministros de culto Vs ministros de la Corte

Oscar Moha

Oscar Moha

Mucho revuelo causó (más entre evangélicos que entre católicos) el rito que un grupo de indígenas de los pueblos prehispánicos llevó a cabo antes de la toma de posesión de los nuevos ministros de la Suprema Corte al encomendarlos a dioses y nahuales para que los guiaran en su nueva encomienda de impartir justicia para todos los mexicanos.

Los ministros (sólo asistieron 8 de los 9) recibieron el “bastón de mando” de parte de los representantes de los llamados “pueblos originarios”, una tradición ancestral que suma autoridad histórica, jurídica, identitaria, política y religiosa de esos grupos que invoca la dignidad y reconocimiento del indigenismo en México y por ello es que alguien les ha dado mucho juego en este y en el anterior sexenio, al grado de hacer pasar por sus ritos a los integrantes de la nueva Corte.

Esto levantó una serie de descalificaciones entre ministros de culto de todos los credos, pero más entre los cristianos que han considerado desde siempre las creencias prehispánicas como un politeísmo contrario a las tradiciones judeocristinas y a preceptos bíblicos, al grado de afirmar que hoy en día siguen sacrificando humanos para dioses mayas y aztecas, como parte de sus ofrendas y ritos.

El asunto es que pastores evangélicos equipararon el evento de los nuevos impartidores de justicia como el que llevó a cabo en su toma de posesión el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se dejó hacer una limpia y recibió también el bastón de mando para que le fuera bien en su mandato pero que para ellos y ellas ese acto público fue la entrega del país a manos de dioses prehispánicos, lo que trajo como consecuencia el derramamiento de sangre humana y sobre todo el asesinato de niños como ofrenda para las divinidades antes de la conquista.

Más que un “acto de purificación” algunos ministros de culto ven una consagración total de la justicia terrenal a aquellos que desean sacrificios humanos para reactivar e institucionalizar las creencias antiguas, pasando por alto la separación de las iglesias (y los cultos religiosos) y el Estado laico como lo establece la Carta Magna, esa que deben respetar y hacer valer los ministros de la Corte.

Ahora bien, nada dicen los pastores y sacerdotes de cuando se reúnen con funcionarios, legisladores, gobernadores y candidatos para imponerles sus manos, orar por ellos, darles la bendición y hasta recibirles una ofrenda, como en el caso más reciente (hace dos semanas) en la sede de la alcaldía Cuauhtémoc en la CDMX con su titular, Alessandra Rojo de la Vega, quien oró tomada de las manos de un grupo de pastores evangélicos quienes pidieron para ella todo tipo de bendiciones durante su mandato.

Y así, un sinfín de anécdotas con políticos de todos los tamaños donde pastores, sacerdotes y laicos se han atrevido a entregar el país o un Estado (como si fuera de ellos) a Jesucristo para que sea Él quien gobierne. Ahí no hay separación de las asociaciones religiosas y gobierno, ahí todas las ofrendas (en especie y en efectivo) son bienvenidas para los representantes de la divinidad.

PALABRA DE HONOR: Raúl Vera López, obispo emérito de Saltillo, y la pastora anglicana Emilie Teresa Smith celebraron ambos una misa el pasado 26 de agosto en un santuario de Coahuila. El hecho causó extrañeza, no por el ecumenismo que representa, sino porque la obispa pertenece a la comunidad LGBT y está casada con Patti Powell desde el 2018.