“La naturaleza no hace nada incompleto ni nada en vano”.
Aristóteles
Hace dos semanas, en este mismo espacio mencioné la importancia de tomar acciones efectivas para detener el cambio climático y aunque la exposición sobre el tema se ha incrementado de manera considerable y su estudio se ha vuelto un tópico de importancia para diversas instituciones, se debe reconocer que todavía queda mucho camino por recorrer, pero sobre todo que las medidas tomadas son insuficientes.
Hoy, como cada 22 de mayo, se conmemora el Día internacional de la biodiversidad biológica, esta fecha fue instaurada en el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas, es así que el lema propuesto para este 2025 es: “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible”, un llamado a gobiernos, pueblos indígenas y comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, legisladores, empresas y particulares a que destaquen las formas en que apoyan la aplicación del Plan de Biodiversidad.
El vínculo entre la disminución de la biodiversidad y el cambio climático ha sido patente; no se puede perder de vista que los recursos naturales son el pilar de nuestra sobrevivencia, por ejemplo, más del 80% de la dieta humana está basada en plantas y aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales obtenidos de la vegetación de su entorno.
Señala el proverbio chino que: “El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo"; es innegable, sobre todo en la naturaleza, que un pequeño cambio posibilita la alteración del hábitat, lo que a su vez desencadena una serie de efectos que pueden terminar en tragedia. Lo hemos visto en repetidas ocasiones con la aparición de pandemias y de enfermedades causadas por el consumo de alimentos derivados de animales o plantas contagiados.
El calentamiento global, las sequías, el incremento en los niveles de los océanos, el aumento en la intensidad y aparición de fenómenos naturales, entre otros componentes, están generando situaciones impredecibles. No olvidemos que el clima es un sistema dinámico altamente sensible, en el cual como expone la Teoría del Caos, “pequeños cambios pueden generar resultados significativamente diferentes a largo plazo” y estas variaciones indudablemente mantienen una relación sustancial con nuestra salud.
Los números en cuanto a la perdida de la biodiversidad no son alentadores, de acuerdo con datos del Informe plantea Vivo 2024 emitido por el Fondo Mundial para la Naturaleza, de 1970 a 2020, el tamaño medio de las poblaciones de fauna silvestre analizadas se ha reducido en un 73%, pero además se menciona que los descensos más rápidos se han observado en América Latina y el Caribe con un preocupante 95%.
La verdadera batalla del cambio climático debe implicar una reestructuración de la biodiversidad, incluso en información del Foro Económico Mundial, la contaminación figura actualmente entre las diez principales amenazas ambientales con consecuencias de gran alcance para la biodiversidad, la salud humana y la economía.
Pero además de lo anterior, específicamente la contaminación plástica no sólo está ensuciando el planeta; también está destruyendo sus sistemas de soporte vital, lo más alarmante es que esta misma publicación afirma que los microplásticos se han infiltrado en suelos, ríos y mares, alterando silenciosamente la intrincada red de vida que mantiene el equilibrio de los ecosistemas y para la vida silvestre, lo que está en juego es la vida o la muerte.
La naturaleza esta en crisis desde hace tiempo y pareciera que nos negamos a escucharla, ecosistemas enteros se han perdido y a este paso no sólo peligra nuestro hogar sino la humanidad misma. Es paradójico, porque a la par de que tememos por el estado de nuestra casa común, la Tierra; también somos la especie que más le ha hecho daño. Aún queda tiempo para no sólo preocuparnos sino para llevar a cabo acciones concretas, pero sobre todo para entender que sólo podemos trabajar de manera conjunta, solidaria y responsable.
*Analista en temas de seguridad, política y educación.