Los debates muestran a la ciudadanía de qué están hechas las personas candidatas; su capacidad, conocimiento, reacción y, sobre todo, la sinceridad con que se conducen. Afortunadamente, son forzosos por la Constitución y nadie los puede evitar.
En el Estado de México se ha realizado el segundo y último debate rumbo a la elección, el 4 de junio, de la primera gobernadora en la historia estatal.
En los monitores se vio a una Alejandra del Moral segura, atenta y lista para responder, mientras Delfina Gómez pretendió simular alguien que no es y se apegó infructuosamente a su guion.
Mientras Del Moral hacía compromisos específicos con la ciudadanía, señalando tiempos y cantidades, Gómez insistió en lugares comunes, con buenos deseos más que propuestas e incapaz de ocupar todo el tiempo que le fue asignado.
Delfina no transmite seguridad ni confianza, sino una gran preocupación sobre el rumbo al que podría llevar al Estado de México, que es la entidad más poblada del país.
Es claro que la candidata de Morena no escribió ni piensa lo que dijo en el debate, abriendo una gran duda sobre quién tomaría las decisiones, pero, sobre todo, quién se haría responsable de las fatídicas consecuencias.
Alejandra del Moral se mostró poseedora de una visión más amplia de lo que implica gobernar y dar resultados. Su propuesta de atender la primera señal de violencia contra las mujeres podría constituir un punto de inflexión ante la grave crisis que vivimos en el país, caracterizada por la indiferencia y negligencia que se demuestra ante hechos de esa naturaleza.
Nada menos, en la capital de la República se acaba de difundir un video en el que la policía local agrede inmisericordemente a una mujer que se encontraba en compañía de sus dos hijas y que solo trataba de vender unos churros para ganarse la vida. Ante los golpes de la policía, la dejan tendida en el piso, con sus hijas llorando y sus churros en el piso.
La autoridad capitalina se ha limitado a separar de su cargo a los policías que logró identificar, pero no ha dado una explicación sobre cómo remediará el daño a esa mujer, ni cómo evitará que se repita tal atropello.
Esa es la indiferencia, insensibilidad y prepotencia que ofende a la sociedad y que no se puede tolerar de un cuerpo policiaco.
Lamentablemente, cuando no hay capacidad ni interés en gobernar, se deja todo en personas que hacen lo que quieren. Y es justamente el esquema que Morena quiere replicar en el Estado de México.
Frente a un proyecto sin pies ni cabeza que representa Delfina Gómez, Alejandra del Moral da la cara y a nadie le queda duda que ella será la que tome las decisiones y rinda cuentas.
Salario familiar, Seguro Popular Mexiquense, seguro de desempleo, escuelas de tiempo completo, inglés en educación básica, guarderías, recuperación del Río Lerma, incremento del área forestal y promoción del empleo son algunas de las propuestas que me han quedado claras por parte de Alejandra del Moral.
El debate mexiquense ha puesto a cada una en su lugar y la ciudadanía mexiquense ha comparado y elegirá a quien le da confianza y esperanza.
@jlcamachov