›El culto a la personalidad ya es percibido como un pasivo. ¿Hasta cuándo vamos a celebrar a directivos que, lejos de pilotar el avión, prefieren practicar el paracaidismo?
Hay caídas que en realidad son brincos. Personaje de estudio: Marissa Mayer, CEO de Yahoo!, la otrora marca emblemática de los inicios dorados de internet. De no haber sorpresas, Verizon, el gigante de telecomunicaciones, completará la adquisición de Yahoo! por 4,800 millones de dólares a principios del próximo año, lo que implica el despido próximo de Mayer como directora ejecutiva de la marca púrpura.
Antes de derramar lágrimas por ella, va un dato: en caso de ser removida, el paquete de liquidación será de 44 millones de dólares. Según el acuerdo de pago por despido descrito en documentos regulatorios revelados en días recientes, la ejecutiva de 41 años de edad cobraría $3 millones en efectivo y casi $41 millones en opciones bursátiles y bonos. A un arreglo de cesantía previamente pactado como el de Mayer se le conoce como un “paracaídas de oro” (o golden parachute); es decir, un trato donde se especifica que el ejecutivo en cuestión recibirá beneficios significativos si la organización decide prescindir de sus servicios. Además de la indemnización por despido, un “paracaídas de oro” puede incluir opciones sobre acciones de la empresa, capital extra y otras compensaciones sobresalientes.
De hecho, según cálculos de publicaciones como Fortune y Forbes, es probable que el golden parachute de Mayer se acerque a los 100 millones de dólares una vez que se sumen todos los beneficios de su indemnización, los cuales contemplan, por ejemplo, pagarle la renta de una oficina de lujo mientras encuentra trabajo en otra empresa. Ante el monto de la liquidación, cualquiera podría suponer que el legado de Mayer en Yahoo! es soberbio. No realmente. Si bien el precio de las acciones de Yahoo! se elevó durante su gestión, una buena parte de ese incremento obedeció a que la compañía posee el 15% de Alibaba, el gigante chino de comercio electrónico, cuyo valor se ha duplicado en tiempos recientes, así como el 35.5% de Yahoo! Japón, una compañía que opera de manera separada de la empresa madre y cuyas acciones se elevaron en un 72% en estos últimos años. Si se restan esos dos factores, queda claro que el valor de Yahoo! no subió, al contrario, bajó sistemáticamente desde la entrada de Mayer en julio de 2012.
Mayer ingresó a la empresa en un clima de incertidumbre y moral baja. Gracias a una energía y carisma indiscutibles, la nativa de Wisconsin convenció a los alicaídos empleados e inversionistas de Yahoo! que encabezaría una revolución que volvería a posicionar a la marca entre los jugadores principales del mercado. La promesa nunca se cristalizó en algo más que un discurso optimista. Afirmar que los CEO’s de las corporaciones premium del planeta están ridículamente bien pagados es una perogrullada. Según un estudio del Economic Policy Institute, los CEO’s de Estados Unidos han incrementado su paga en 725% desde 1978 (el salario del trabajador promedio, en cambio, se mantiene relativamente igual pese a un aumento considerable en la productividad). El desaforado culto a la personalidad ya es percibido como un pasivo, sobre todo en materia de gobernanza y responsabilidad social. ¿Hasta cuándo vamos a celebrar a directivos que lejos de pilotar el avión prefieren practicar el paracaidismo?
@mauroforever