1. El fantasma del proteccionismo recorre el mundo y debilita las expectativas de crecimiento, que podrían llevar de una desaceleración observable hoy a una recesión en las economías más vulnerables. Lo que es malo para el mundo, para nuestro país puede ser una tragedia ante la inminencia de un proteccionismo acendrado impulsado por la administración Trump.
Tan sólo la virulenta reacción de rechazo del magnate norteamericano ante la reunión de APEC en Lima, en donde los países integrantes de la cuenca del Pacífico externaron su voluntad de continuar el Acuerdo Trans Pacifíco (TPP), hizo que tanto éstos como otros que están en un proceso similar, como Alemania (hay un proyecto de TPP entre Estados Unidos y Europa), externaran tanto su preocupación por el proteccionismo como también la idea de pensar un mundo sin Estados Unidos.
2. Es decir, la idea de sustituir una potencia con otra en el acuerdo comercial del Pacífico, involucrando a China, que es en realidad el país contra el que el TPP iba dirigido, como también el protagonismo que Alemania podría adquirir y que se percibe en las advertencias de la canciller Angela Merkel, líder de la Unión Europea, para ir con cautela en el nuevo y peligroso sendero que tanto el Brexit como Trump están planteando en contra de la globalización.
En esa ruta de reacomodos que se avecina, los mercados están leyendo un costo mucho mayor para México que para otros, dada la profundidad e imbricación de la relación comercial tejida en el marco del Tratado de Libre Comercio. Hay quienes anticipan una dolorosa renegociación, como quienes ven el final del mismo cuando concluya su actual vigencia en agosto de 2017 y el posible retorno a una situación anterior al GATT, donde privaban los acuerdos bilaterales asimétricos.
3. Lo que es ya evidente es que Donald Trump está decidido a cambiar las reglas del juego como también que los demás países no estarán inermes esperando que sólo él las defina. Habrá reacciones en el mundo que pueden dar lugar a soluciones inesperadas, como esas que se están planteando de un desafío a la hegemonía norteamericana y el diseño de un mundo sin los Estados Unidos.
4. Algo impensable hace apenas algunos meses, cuando los Estados Unidos eran los grandes ganadores de la globalización, que le permitieron a este país salir de la crisis hipotecaria de los “bonos tóxicos subprime”, revolucionar el mercado petrolero a partir de la explotación del shale gas&oil, la energía doméstica barata y las tecnologías limpias o alternativas (solar, eólica, biomasa). El país recuperó la competitividad industrial y propició el retorno de empresas y empleos a ciertas cuencas industriales (petroquímica, plásticos, fertilizantes, acero y otras metalurgias, además de alta tecnología).
Sobre la base de la recuperación económica impulsada en los años de Obama, los Estados Unidos crecieron a tasas entre 2 y 3% anuales, crearon millones de empleos y volvieron a la vanguardia tecnológica.
5. Lo otro que pudiera ser grave para nuestro país es que Trump decidiera adoptar un activismo agresivo similar al que el líder ruso Vladimir Putin, su admirado amigo, ha empleado contra sus vecinos para restablecer el poderío imperial, simbolizado con la agresión a Ucrania y la anexión de Crimea en particular. Trump podría militarizar la frontera a la par que edifica el proverbial muro y adopta otras acciones lesivas contra las remesas y los migrantes. Una política al estilo Arpagio, el mítico sheriff del condado de Maricopa, combinada con el despliegue de la Guardia Nacional serían simplemente actos hostiles contra nuestro país, que establecerían un muro de desconfianza, nacionalismo y populismo de este lado de la frontera.
Pentagrama es un espacio de opinión y estudio de la realidad, en el que se analizan, con enfoque prospectivo, los hechos de la política y del acontecer legislativo.