En días como hoy solía ser seleccionado amablemente por los organizadores de actos oficiales para hacer la apología ubérrima de la Constitución de 1917...Lo digo sin jactancia y agrego que ahora ni pagándome lo haría.
A cien años de su promulgación la Constitución ha sido alterada, deformada, estropeada, sobrecargada y desfigurada como si hubiera sido víctima de 50 cirugías plásticas practicadas por curanderos desastrados.
Antes de que la manosearan en extremo los tecnócratas y la descalcificáran burdamente era fácil ponderar el esplendor de la Constitución...eufónica, armoniosa, coherente y avanzada toda vez que rebosaban en ella las garantías para el individuo, refulgía como fortaleza inexpugnable al reconocer sin subterfugios las garantías sociales y por su sencillo texto, claro, diáfano que contenía lo sustancial, lo trascendente, lo esencial y por lo tanto garantizaba la correcta y asequible interpretación para hermeneutas y juzgadores permitiéndoles cohonestarla con leyes reglamentarias y al propio tiempo respetarla en sentencias, resoluciones, laudos así como preservar los derechos ciudadanos y pudieran combatir los actos de autoridad que incidieran en su violación...
Sé que en algunos casos las comparaciones resultan odiosas, pero en éste caso el parangón resulta necesario para entender las diferencias relevantes: La Constitución de los EUA en sus 241 años de independencia solo una Constitución con 27 enmiendas...nuestro país en 200 años de independencia ha tenido 5 Constituciones y la de 1917 que hoy se dice conmemora, con argucias y subterfugios, con parches y pegotes se le saturó y mediante 229 decretos se le deformó al modificar 700 artículos.
Pero mientras que la Constitución del vecino país como Ley fundamental es un texto ligero, liviano, parco y señero (consta de 7,754 palabras) la nuestra es un fárrago profuso, laberíntico de 62,000 palabras y con léxico abigarrado barroco, confuso, contradictorio, extremadamente espeso que dificulta su interpretación y favorece su incumplimiento...
Se subió a rango constitucional por necedad, caprichos, arbitrariedad, intereses creados y compulsión descuartizadora hasta lo más irrelevante e insignificancias volviéndola farragosa a tal punto que resulta inaplicable y como decía Octavio Paz “en México la mentira se instaló constitucionalmente...”
No que una Constitución permanezca inmóvil pues como todo debe evolucionar con el tiempo,pero eso no daba a gobernantes autócratas ni a legisladores palafreneros, libertinos por antonomasia poder meterle mano a la Constitución como “pila de agua bendita” y a la menor provocación incluir meras ocurrencias en el texto constitucional como taumaturgos ladinos y obsesos por saturarla con paroxismo exacerbado haciendo hoy de la Constitución un revoltijo, un embrollo calculado y una maraña enrevesada que conduce al país de ningún lado a ninguna parte.
Hoy solo 22 de los 136 artículos se han mantenido sin alteraciones.
La Constitución de 1917 alterada, deformada y desfigurada es ahora una distopía (antónimo de utopía) indeseable y resultan asaz negativas sus reformas distópicas por que solo estrujaron y reforzaron el nudo gordiano de los privilegios, las prebendas, las canongías, los abusos, el latrocinio, los conflictos de interés, la brutal corrupción estructural como la peste, la impunidad, la insaciable rapacidad de la clase política que al privatizarlo todo se apropia de los bienes nacionales y en contubernio con minorías depredadoras incentivan la anarquía, la ingobernabilidad al desmantelar al Estado y destruir de manera irremediable, catastrófica los servicios colectivos de salud, educación, vivienda, empleo, salarios dignos, haciendo de la violencia y del terrorismo de Estado instrumento de construcción de un “orden inestable, injusto, opresor” como constante y perniciosa pedagogía con verdades sofisticas, parroquiales, aldeanas, donde todo vale para enriquecerse a la mala entronizando la dictadura del chanchullo como dogma.
“El estado de derecho, sostenía Giovani Sartori, no es el Estado que crea a su albedrío y sin cesar montones de leyes y sin vínculos jurídicos estables, toda vez que el exceso de derecho confuso provoca inoperatividad, incertidumbre e inseguridad jurídica, así como mal funcionamiento de las Instituciones” tal como es el caso de éste país donde con un reformismo oscuro, tortuoso y perverso se socavó el futuro para la mayoría de los mexicanos.
En el centenario de la Constitución de 1917 transfigurada, amorfa y todo un soberano mamotreto donde todo el hilo argumental del neoliberalismo quedó en el desahucio de la democracia real instituyendo la dictadura de la oligarquía como dueña absoluta de los partidos, de los órganos electorales mastodónticos, de los tribunales electorales, del padrón, de la propaganda engañosa estéril, del abuso de la vulnerabilidad de la pobreza manipulada con programas asistencialistas electoreros infamantes,ruinosos ya que de cada peso solo veinte centavos llegan y de manera selectiva a esos millones de pobres, no puedo ni debo ser omiso con ese muro del silencio sobre la iniciativa de ley para no solo justificar la violación constitucional que por diez años ha permitido al Ejército en las calles sino ahora llegar al extremo de convalidar que siga realizando acciones y tareas de policía y de Ministerio Público para lo cual no están capacitados, ni les gusta hacerlo y que a la postre dispararía los casos de impunidad de los criminales argumentando violaciones al “debido proceso” acorde con el nuevo sistema penal.
Redoble de tambores...pero no de fiesta...
Desasosiego de los mexicanos ante tantos excesos de la autoridad, desamparo, violencia e inestabilidad a la que se le sumaría el militarismo y actos de guerra no solo contra los criminales, sino lo más grave, contra la ciudadanía honesta e inerme.
Por diez años se ha violado el artículo 129 Constitucional que prohíbe salir de los cuarteles a las fuerzas armadas en tiempos de paz...
Ahora se violaría también el artículo 21 Constitucional que prescribe que la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías...el ejercicio de la acción penal será ante los Tribunales judiciales y en el párrafo previo al inciso “A” expresamente prescribe “Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil”.
El 31 de Enero pasado los gobernadores de la Ciudad de México, Morelos, Hidalgo y Estado de México suscribieron el acuerdo para homologar prácticas y abatir la corrupción de las policías locales antes de pensar en entregar esas tareas al Ejército y agregaron que el Congreso debe preocuparse por fortalecer las corporaciones de seguridad locales que han tenido abandonadas”.
La banalización y trivialidad Legislativa puede desatar “el sonido de la furia” recordando el discurso deWilliam Faulkner que urgió a su hija y a sus compañeros a “nunca rendirse ante el engaño, el temor o el soborno” e instó a tener presente que “tenemos solamente un derecho y el deber de elegir entre el coraje y la cobardía, exigiéndoles nunca tener miedo de alzar la voz en defensa de su integridad, en pro de la honestidad y la verdad y en contra de la avaricia, la mentira y la injusticia”.
Cossío Villegas señaló con atingencia el “haberse creado la simulación para no respetar la dirección correcta del país y acomodar las leyes al capricho y las argucias de las élites usando la ley como receta para ignorar, pisotear y amordazar a la población”.
Hoy el mejor homenaje a los que hace 100 años redactaron la Constitución en 1917 es compararla con la actual y exigir la cimentación del real estado de derecho, respeto a las garantías individuales, a los derechos humanos y a las libertades políticas y sociales.
¡La historia nos condenará sin remedio si abandonamos la brújula del civilismo como garante del bien común!
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