Proponen crear un “zar antidictaduras”
Con motivo de los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, organizaciones sociales, grupos de expertos e intelectuales pedirán a la ONU lanzar la figura del relator especial para la democracia

La democracia en el mundo no pasa por su mejor momento. De hecho, organizaciones sociales ven con tal preocupación el futuro, que consideran necesario que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lance una especie de “zar antidictaduras” para proteger los sistemas democráticos.
Apenas en noviembre pasado, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) publicó su informe 2023, en el que advierte que “en todas las regiones del mundo, la democracia ha seguido contrayéndose, con caídas en al menos un indicador del desempeño democrático en la mitad de los países analizados”.
Golpes de Estado en países africanos, el autoritarismo ascendente en naciones como Rusia, China, Hungría, Turquía y Bielorrusia, así como la represión en Afganistán y Myanmar, son algunos ejemplos que ilustran el debilitamiento de los sistemas democráticos y la erosión de instituciones que custodian las libertades civiles y los derechos humanos.
Según el reporte de Idea Internacional, 2022 fue el sexto año consecutivo en el que más países experimentaron caídas netas en los procesos democráticos que mejoras. “Este patrón de declive de seis años es el más largo de este tipo desde que comenzaron nuestros registros en 1975. En resumen, la democracia todavía está en problemas, estancada en el mejor de los casos y en declive en muchos lugares”, concluye el documento.
Ante este escenario, más de 80 organizaciones de la sociedad civil, redes ciudadanas, grupos de expertos e instituciones de investigación, así como numerosos intelectuales y líderes políticos de todo el mundo se unieron a una convocatoria para pedir que se cree el cargo de relator especial de las Naciones Unidas sobre la Democracia (UNRoD, por sus siglas en inglés).

“Los informes mundiales sobre el estado de la democracia y los derechos humanos indican que la democracia está amenazada y que el autoritarismo va en aumento. El espacio cívico y las libertades se están recortando de forma implacable y creciente en muchos países”, dice la convocatoria publicada el pasado 20 de noviembre y que busca presentarse formalmente el próximo 10 de diciembre, con motivo de los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una sociedad democrática ofrece las mejores condiciones para garantizar los derechos humanos para todas las personas, en particular para las minorías y los grupos excluidos. Al mismo tiempo, la plena aplicación de los derechos humanos constituye la base de una sociedad democrática. La ONU debe reconocer el vínculo entre democracia y derechos humanos y contribuir a seguir reforzando la gobernanza democrática. Un Relator Especial de la ONU sobre la Democracia servirá para este propósito”, argumenta la convocatoria.
Según el plan de las organizaciones convocantes, el mandato del relator especial consistiría en investigar el estado de la democracia en el mundo, analizando el grado en que se respetan la libertad de opinión y expresión; la reunión y asociación pacíficas; la independencia de jueces y abogados; la libertad de religión o creencia; las cuestiones relativas a las minorías; y los defensores de los derechos humanos.
La nueva figura también examinaría sistema de pesos y contrapesos; parlamentos eficaces; elecciones y entornos electorales libres y competitivos; participación política, incluida la de las minorías y las mujeres; mecanismos directos y deliberativos; y espacio y libertades cívicas.
En el caso de México, el reporte de IDEA Internacional destaca como señales adversas al desarrollo democrático la militarización del país, el asesinato de periodistas, el uso de software espía para vigilar a informadores y defensores de derechos humanos, y el ataque contra organismos autónomos, entre ellos el Instituto Nacional Electoral (INE).
Sobre este último punto, el reporte de IDEA Internacional subraya que “en México, las movilizaciones populares contra las reformas al marco electoral fortaleció la defensa del Instituto Nacional Electoral, mientras los ciudadanos respaldaron los esfuerzos para detener las reformas”.
Entre 2021 y 2022, México cayó cinco posiciones en el rubro de participación ciudadana (del 127 al 132, entre 173 países analizados); descendió dos posiciones en materia de representación popular (del 67 al 69); bajó siete peldaños en respecto a los derechos civiles (del 107 al 114) y se mantuvo estable en el rubo de Estado de derecho (lugar 107).
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