La calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación para la deuda soberana de México a largo plazo en BBB-; con perspectiva estable y por encima del grado de inversión.
Esta ratificación implica que Fitch no prevé movimientos en la calificación crediticia de México para los próximos 12 a 18 meses.
En un comunicado, la calificadora indicó que basaron su decisión en la “política macroeconómica prudente”; la buena situación de las finanzas exteriores del país y el comportamiento de la deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
Fitch Ratings reconoció que el comportamiento de la deuda en relación al PIB de México es incluso menor que otros países con mejor calificación crediticia.
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Con esta decisión, son ya cuatro las agencias en ratificar la calificación crediticia de México y mantener su perspectiva como estable para la economía del país.
Aunque no hubo gran avance en los ingresos tributarios, algunos de los factores que influyeron en la calificación de la economía mexicana están relacionados con el incremento de los precios del petróleo y la reducción de estímulos fiscales a la gasolina.
En contraparte, la gencia destacó que la calificación está “restringida por índicadores de gobernanza débiles, un desempeño de crecimiento a largo plazo moderado y una intervención de micropolítica que afecta las perspectivas de inversión y los posibles pasivos contingentes de Pemex”.
En cuanto a la perspectiva de crecimiento económico para México, Fitch auguró una reducción del tres por ciento registrado en 2022 al 2.5 en el presente año, y que caería hasta 1.8 por ciento en 2024.
Según las perspectivas de la calificadora, la inversión lenta, los estragos de la pandemia y la incertidumbre regulatoria en el sector energético serán los principales argumentos para que la economía nacional caiga. EJ
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