Reacción deficiente ante pandemia empoderó a criminales: estudio
Un análisis de Insight Crime señala que la delincuencia organizada en México, Brasil, El Salvador, Colombia y Venezuela aprovechó la crisis sanitaria para establecer mayor autoridad
CIUDAD DE MÉXICO, 01ENERO2021.- Personal médico que labora en el Hospital La Raza se manifestó afuera de este nosocomio para exigir ser vacunados contra el Covid-19 y no sea a base de influyentismo por parte de los directivos de los hospitales para ser inyectados, además, solicitaron se les brinde equipo de seguridad suficiente para evitar contagiarse por coronavirus dentro de la unidad médica. Los manifestantes bloquearon por más de media hora un tramo de Circuito Interior. FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM
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La reacción deficiente de muchos presidentes de América Latina ante la crisis del nuevo coronavirus debilitó al Estado, mientras que la respuesta de varias organizaciones criminales permitió que sus dominios aumenten, como ocurre en México, Brasil, El Salvador, Colombia y Venezuela.
Esa es una de las conclusiones a las que llega un análisis realizado por el portal especializado en seguridad y narcotráfico Insight Crime, respecto al futuro de la industria criminal, en el contexto del inicio de las campañas de vacunación contra Covid-19 y la recuperación económica en 2021.
El control que ganaron las bandas criminales durante los meses de la pandemia “podría reforzar la idea de que son los grupos criminales, y no el gobierno, los que están manejando el contrato social y proporcionando asistencia vital para las comunidades allí donde los Estados no pueden hacerlo”, señala el estudio titulado “Predicciones para 2021. La recuperación tras el virus”.
“Grupos criminales de Brasil, El Salvador, Colombia, México y Venezuela aprovecharon la crisis desde el principio para establecer mayor autoridad en sus áreas de operación”, expone el reporte.
“La corrupción y las protestas por los confinamientos y por la insuficiencia de los paquetes de asistencia del gobierno durante 2020 en estos países, así como en Perú, Bolivia y Guatemala, fueron indicio de la profunda frustración de la gente con respecto a sus gobiernos, y de la posibilidad de que las agitaciones continúen durante todo 2021”, agrega el texto.
“Si la población sintió que los grupos criminales ayudaron durante la crisis, y que el gobierno fracasó cuando la gente más lo necesitaba, entonces esto podría aumentar la legitimidad de estos grupos y les daría más poder para llevar a cabo sus actividades, a la vez que la comunidad los protege”, afirma Federico Varese, profesor de criminología en la Universidad de Oxford, citado por Insight Crime.
El documento señala que durante el año próximo habrá más gobernanza criminal, más corrupción y presupuesto gubernamentales ajustados, más oportunidades para el lavado de dinero, aumento de la ciberdelincuencia, mayor uso de comunicaciones cifradas e intermediarios para hacer transacciones y mayor uso de submarinos para el transporte de drogas.
Sobre este último punto, el reporte de Insight Crime refiere que los minisumergibles “han demostrado ser un método a prueba de Covid-19 para transportar grandes cantidades de drogas (de hasta seis toneladas), sin ser detectados, evadiendo el movimiento de las corrientes y los controles de viaje”.
El documento señala que tradicionalmente estos minisubmarinos han sido ubicados a lo largo de la costa del Pacífico: zarpan de Colombia para llevar cargamentos de drogas hacia México. Sin embargo, el descubrimiento de un buque frente a las costas de España, en noviembre de 2019, demostró que estas embarcaciones pueden hacer travesías transatlánticas.
Sobre las finanzas de las bandas, el análisis apunta que el crimen organizado tuvo que apretarse el cinturón en 2020, “las cosechas siguen siendo magras, en tanto las economías mundiales se contraen y la movilidad continúa restringida. Sin embargo, es probable que esta crisis sea temporal y que a finales de 2021 la actividad delictiva vuelva a toda velocidad”.