El agente Fonseca y Lima XVIII

28 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

El agente Fonseca y Lima XVIII

js zolliker

Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima que se encuentra sumamente preocupado por la sequía que azota al país, especialmente porque se percata que el gobierno de cuarta ha decidido jugar a la suerte toda la fortuna alimentaria de los mexicanos. Le disgusta que les gustan las apuestas fuertes estilo la nómina completa en Las Vegas; un volado con dinero ajeno, pues.

Reporta el agente Fonseca y Lima, que el día le sorprendió con un dejo de poesía y melancolía por lo que le apeteció ir a comer al lugar favorito de su fenecida madre: Deli Lou en la calle de Gelati 78 (con esquina en General Fco. Molinos del Campo), en la colonia San Miguel Chapultepec. Según su real entender y fiel paladar, se tratan de las mejores baguettes y postres dulces de toda la ciudad.

Su madre, conoció el lugar por casualidad, reitera. Una picardía del destino, decía. Nada es casualidad, le narró un mes de marzo que caía en día diecinueve y que le agarró la lluvia cuando salía de su primer turno de trabajo y la capturó una esencia de café que era tan espectacular, que no pudo dejarlo pasar. Le contó a Fonseca y Lima, que sintió una de sus grandes certezas de la vida: debía, necesitaba, pasase lo que pasase, entrar en ese lugar.

El Deli Lou le salvó la vida a su madre, reporta Fonseca y Lima. Apenas estuvo frente al mostrador, cayó un rayo sobre la banqueta que la habría fulminado de no ser porque estaba en ese momento, disfrutando del mejor café y pan dulce que al creador se le hubiese podido ocurrir atravesarle, le dijo ella.

Reporta el agente Fonseca y Lima que como siempre que va, ordenó su baguette favorita, con el pan artesanal y crocante y que los conocedores pueden solicitar del menú que no se encuentra en la lista pública: pierna húngara, lomo embuchado, chorizo español, queso Brie y queso cuadro.

Reporta el agente Fonseca y Lima que estando en el lugar, pudo confirmar que aún después de la etapa aguda de la pandemia, se mantiene su nombre en el menú secreto del lugar junto con la afable tradición de la “lectura pendiente”, en la que puede cualquiera ir a intercambiar un libro, dejando un favorito en el lugar a cambio de tomar un ejemplar que alguien más deseó que fuese una buena y entretenida lectura.

Reporta Fonseca y Lima que ya satisfecho, recordó a su madre y pensó en lo mucho que le habría gustado compartir una lectura con un extraño, motivo por el cual, se arrojó por un ejemplar, el primero que se le antojó. Lo eligió a él, el de las Gratitudes de Delphine Vigan, y se topa con una extraordinaria dedicatoria de su escritora favorita. Le resulta grato saber que tan importante literata, comparte gustos con él, desde el lugar para el café hasta las letras.

Estaba por salir, cuando observó un rostro reconocido entrar al Deli. No recuerda de dónde, pero sabe que le ha visto antes. Su memoria acostumbrada se lo dicta.

El individuo no saluda, no habla con nadie y va a directo a dejar un libro, sin tomar otro para sí mismo. Reporta Fonseca y Lima que su instinto lo guía y abre ese ejemplar. En la dedicatoria encuentra un extraño mensaje que lo deja helado.

Continuará…