Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima que recibió con presteza y agrado, el mensaje contestación de Nikita Yurinov (tinyurl.com/yaf96g5p), donde le indicaba que ya sabía de su localización, y lo invitaba esa misma noche a un coctel privado ofrecido para un novel escritor, que se llevaría a cabo en una vieja hacienda de la Riviera Maya y donde la concurrencia sería tan variada, que podrían charlar sin demasiadas preocupaciones. La invitación, reconocible solo por una letra “Z” grabada en el sobre de papel color hueso, la encontraría en la recepción de su hotel bajo el nombre de “Boris”.
Reporta el agente Fonseca y Lima que pidió un par de Pisco Sour a la habitación, se dieron un regaderazo y gracias a la ligereza de cabeza y aprovechándose del relajamiento del trago, hicieron el amor en el balcón con vista al mar pero con la evidente adrenalina y carga de emociones de quienes se entregan a los instintos más elementales, aún sabiéndose transgresores divertidos de la normas sociales.
Reporta el agente Fonseca y Lima que horas mas tarde, cuando llegaron al evento al que habían sido convocados, donde fueron recibidos con margaritas de sabores, intentaron alejarse para pasar desapercibidos a la demás concurrencia, y al poco rato, Nikita se acercó a ellos, dejando a Carina en compañía de una mujer con la que venía, y apartó a Fonseca y Lima del resto de la gente, con la excusa de no molestar a nadie con el humo de su habano.
Reporta Fonseca y Lima que después de platicarle con detenimiento sus descubrimientos, Nikita confirmó sus peores sospechas: se había topado con una conspiración de oligarcas chino-filipinos, vizcaínos y rusos, quienes utilizando a más de un romántico imbécil aún prendado de la utopía del marxismo, habían urdido desde hacía décadas, un plan siniestro para buscar un nuevo orden mundial que los enriqueciera aún más, utilizando a la clase obrera como carne de cañón y bandera de falsa igualdad, motivo por el cual, habían estado buscando intervenir en centenas de elecciones del mundo occidental, incluyendo la de los Estados Unidos de Norteamérica.
Reporta Fonseca y Lima que tales oligarcomunistas, son magnates que controlan sectores estratégicos de las economías de algunos países con dictaduras que mueven enormes cantidades de dinero (incluyendo el proveniente de falsas compras y fraudes), lo blanquean entre empresas fantasmas y organizaciones no gubernamentales, lo que les permite incrementar su influencia en naciones y regiones donde les interesa acaparar inversión, crear mercados cautivos o nuevos monopolios estratégicos disfrazados de estatizada soberanía nacional. No les interesa la gasolina, por poner un ejemplo, sino dominar los buques tanques que la transportan, los mercados de futuros y opciones de precios con los que especulan, y controlar hasta los chips de los autos y vehículos que la utilizan, le dijo.
Reporta que Nikita Yurinov le confirmó que por tales menesteres, con consultores, hackers, periodistas propagandistas y una cantidad muy importante de operadores ideológicos, han intervenido en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, y hasta en Estados Unidos, donde se habían asegurado que ganara la presidencia un hombre de visión tan obtusa y limitada, que se distraería en tonterías internas y con ello, permitiría el avance desmesurado de estos grupos oligarcomunistas en el mundo para minimizar la oposición o resistencia al nuevo imperialismo económico que buscarían lograr, aun por medio de invasiones armadas como en Ucrania.
Es por eso, que quieren infiltrarse e inmiscuirse aún más, en todos los ámbitos de la política de México. Hay una cierta cantidad máxima de conflictos que una nación puede manejar, ¿comprende? ¿Lograremos evitar el infierno, agente Fonseca y Lima?, reporta que le preguntó.
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