La nueva normalidad

29 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

La nueva normalidad

js zolliker

Es importante que entiendas una cosa: a este gobierno no le importas. No te engañes. Pudieron haber evitado una crisis de la Covid-19 con estas magnitudes y prefirieron no hacerlo, tal y como hay los que eligen ignorar a quienes les anticipan que podrían tirar el vaso si lo dejan muy cerca de la orilla y/o dentro del camino natural de los ademanes de los brazos de cualquiera.

Desde que comenzó este gobierno, caprichosamente, se ha ignorado a los expertos. ¿Recuerdas que el gobierno dejó de comprar gasolina y que dijeron que el desabasto dependía de un falso combate a la corrupción y que hasta les aplaudimos? Bueno, pues así ha sido todo y ni han crean trabajos ni riqueza, ni brindan seguridad ni han combatido al crimen, ni nos atienden médicamente como en Suecia.

Es verdad, la Covid-19 tomó por sorpresa a casi todos los gobiernos del mundo, pero también es cierto que este gobierno tuvo –a diferencia de otros– varios meses para prepararse y comprar insumos, importar y construir equipo a buen precio, adaptar instalaciones y para, también, prepararnos a nosotros, sus gobernados. Y no quisieron. O no pudieron. Y “haiga sido como haiga sido” y por donde se quiera verlo, eso está muy, pero muy jodido.

Así que tanto tú, como yo, estamos solos.

Hemos sido abandonados, por indolencia o por ineptitud. O una mezcla de ambas. Y ya basta de la cantaleta de que todo se debe a la corrupción, al capitalismo, al neoliberalismo, al clasismo, al racismo, al priismo, al calderonismo o al chinismo, cuando es claro que se debe a que, en México, no hay autoridad que prevea con fiabilidad y que actúe acertadamente.

Y ahí te encargo, que la Covid-19 llegó para quedarse. Aunque encontraran una vacuna mañana, somos casi ocho mil millones de personas en el mundo, lo que implicaría tener que producir, transportar, almacenar y dosificar 7,777,777 vacunas diarias para lograr tener inmunidad de rebaño para inicios del año 2024. Es decir, que más bien, tenemos que aprender a convivir con el virus, nos guste o no. Y esta será la nueva normalidad.

En la realidad que nos toca vivir, millones de personas se quedarán sin trabajo, otros tantos

se contagiarán y también, cientos de miles, morirán.

¿Acaso ya salió este gobierno a decirte estas cosas? ¿Ya te advirtieron que de tener que volver a la calle para trabajar, la mejor forma de minimizar contagios es guardando sana distancia y haciendo obligatorio el uso de cubrebocas y caretas como equipo de protección de terceros? ¿Ya estás viendo campañas masivas de comunicación sobre cómo usar correctamente tales aditamentos?

¿Cómo se deben desechar para que no se conviertan en focos masivos de contagio?

¿Acaso ya nos están hablando de que en 15 días no volveremos a vivir como hace apenas tres meses? ¿Ya nos están preparando para que las empresas puedan escalonar horarios laborales? ¿Ya te hablaron de cómo deberás andar en el metro?

Cuando comenzaron los contagios, nos invitaron a salir a comer y a darnos abrazos. Cuando se les pidió prevenir contagios no hablaron de estampitas y “detentes”. Ahora que se percibe la presencia de la Covid-19 por largo plazo ¿nos están hablando de refinerías, de energías anticuadas, de liberar criminales, de beisbol y hasta del Inegi haciendo trabajos del SAT o real y concienzudamente nos están preparando para la nueva normalidad?