Un propagandista

30 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Un propagandista

Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.

– Joseph Goebbels

Las redes sociales son una ciencia secreta, una invaluable herramienta. Ahí, soy experto en todo: estadístico y estadista, periodista, poeta, filólogo, filósofo lingüista y creador absoluto de una realidad alternativa donde sólo nosotros mandamos.

Para mí, las redes sociales son lo más mágico y político, el fuego y el hielo, lo blanco y lo negro. Las redes son lo que yo decida: son vida, son amor, son muerte y un berrinchón. Emoción. Yo simplemente las utilizo como todo aquel que se jacte de ser buen comunicador de nuestros días modernos que comprende lo maleable que es la masa, un aparato al servicio de nuestra causa, un ventajoso instrumento, un arma cargada que blando contra los injustos de corazón… sí, soy un cínico, sí. Lo acepto y como líder de opinión en redes sociales con miles de bots a mi servicio, ejerzo el poder de manera absolutista y moldeo los mensajes con silogismos tan simples, que apenas permiten cuestionamientos.

¿Mercenario? No, yo sólo me vendo a mis propios sueños. No me compran con dinero, sino con la posibilidad de pasar a la historia como uno de los creadores de la cuarta marejada. Yo sólo quiero gente más culta y entendida y recta y todo según mi propia y perfecta definición. ¡Benditas redes sociales!

Dicho más claro, quiero un país que mire a la izquierda –a mi zurda, tarados– y por ello, les muestro el camino y represento a los intelectuales e informadores que no guardamos sana y objetiva distancia del poder. Somos pocos, pero estamos logrando un reacomodo de la clase poderosa, porque queremos venganza, justicia divina y sabiduría popular. Sí, ahora nos verán a nosotros en sus eventos caros y en sus revistas de sociales… por eso soy propagandista, pero no “de a pie”, sino que ando en sus aviones que antes eran privados. Con las redes, movilizo la fuerza social con mis adjetivos y pensamientos breves. Frases tan simples como “No te vi quejarte de corrupción/falta de democracia/bodas caras/portadas de revistas/etc., antes, cuando todos eran corruptos” ¡Ni cuenta se dan muchos que los hago repetir mis ideas y mis intrigas y mis muy populares teorías complotistas!

Como quien realmente que comprende los nuevos medios, sé que tengo que ridiculizar y descalificar al que no esté de acuerdo, y sobretodo, adjetivar negativamente al que me responda con hechos. Sí, sé que al estudiante hay que hablarle como joven, al creyente como Dios, al campesino como poeta, al inculto como culto y al científico como a cualquier colega, lo hago sentir, brillante (aunque yo sepa que es un idiota cualquiera). Porque sé que todos son ridículamente sencillos de manipular. Sobretodo, si se les conoce a fondo. Y me jacto de ser uno de los pocos genios que en verdad conoce las tripas de nuestra idiosincrasia: dale a cualquier imbécil una cucharada de venganza y los tendrás en la palma de tu mano.

Puedo, con mis redes, lanzar cualquier injuria o aparentar que ninguna me toca, puedo decir y jurar y perjurar sobre cualquier barbaridad enajenada, y la gente lo creerá. Puedo unir ricos entre sí. Puedo hacerlos corruptos o pueblo bueno, según se comporten. Sí, puedo construir notas, hacerlos indignos, joderlos de por vida. Entiéndanlo, soy propagandista y con ustedes puedo hacer lo que sea, incluso, que lean este ridículo artículo confesionario.

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