El Grupo Nuevo Curso de Desarrollo (GNCD), del cual formo parte, acaba de elaborar un documento que considero muy oportuno, bajo el título de Renovar Políticas, en donde hacemos una revisión de lo que está ocurriendo y, lo más importante, hacemos propuestas para salir al rescate y reconstrucción de los efectos de la pandemia, la caída de la producción, el empleo y, sobre todo, el terrible aumento de la pobreza y la desigualdad que han sido ya corroborados por el Inegi y el Coneval.
Proponemos varias acciones que consideramos necesarias en estos momentos, no sólo para salir de la pandemia, sino para sentar las bases de un nuevo curso de desarrollo que el país requiere urgentemente, después de lustros de crecimiento insuficiente.
Entre las principales propuestas se encuentra la necesidad de un sistema de salud de cobertura universal de calidad. Si bien era importante tenerlo antes de la pandemia, ahora es de lo más urgente, ante la desaparición del Seguro Popular, la inoperancia del INSABI y la crisis generada por los errores cometidos en la adquisición de medicina, que aún persiste en muchas claves.
Asimismo, alcanzar un seguro de desempleo financiado con contribuciones tripartitas, aunado a un sistema de pensiones mixto y reforzado con un ingreso básico universal garantizado, permitirían dar tranquilidad a millones de mexicanos que viven en la angustia de que no les alcanza el dinero para vivir por encima de la línea de pobreza, ni reducir sensiblemente la desigualdad que ahondan situaciones como la que estamos viviendo.
Se tienen que incrementar y, en algunos casos crear, las redes de asistencia, tanto pública como privada, para atender pronta y correctamente a las personas dependientes, brindando una verdadera protección jurídica que haga efectivos los derechos que tanto nos ufanamos de tener consagrados en nuestra Constitución Política y de los que casi ninguno se cumple a cabalidad.
En materia productiva proponemos un programa de inversiones e infraestructura para la recuperación y la transformación, en el que participen de manera importante la iniciativa privada, los estados y los municipios. La banca de desarrollo tiene que ampliar sus horizontes y acciones para dar apoyos estructurados a las empresas, en especial a las pymes, y relajar las condiciones de acceso y costo de los créditos de la banca comercial.
Consideramos que todas estas propuestas y varias más que constan en el documento son necesarias, pero para llevarlas a cabo es fundamental llegar a un acuerdo social para la reforma hacendaria y tributaria, mismo que permita disponer de mayores recursos cuya distribución sea en beneficio de los que menos tienen. Solo así se podrá entender la reforma y tendrá apoyo.
La actual Cámara de Diputados ya creó un Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria, cuyos trabajos están por concluir.
Esperamos que la próxima legislatura, que entra en funciones el mes que viene, las tome en cuenta, porque van en el sentido que hemos planteado.
Lo que creemos que es la base, lo más importante, es que se pueda tener un diálogo social en el cual participen los grupos y sectores involucrados en estos temas, sin exclusiones o vetos, y que sea un canal para obtener acercamientos, tomando en cuenta que somos una sociedad plural y en ello radica nuestra riqueza.
La llegada de una nueva Cámara de Diputados es un buen momento para realizar este diálogo y, sin duda, el Ejecutivo federal juega el papel más importante en ello, por lo que su participación es primordial, ya que las propuestas que hacemos suponen cambios de fondo en algunas políticas públicas con el objetivo de construir el sistema de bienestar que los mexicanos nos merecemos. Ojalá y lo podamos lograr.
El documento puede ser consultado en https://bit.ly/3maHQgB
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